Las formas de comunicación y el uso que le damos a las palabras configuran la forma de observar el mundo que nos rodea. La importancia de crear el espacio de taller radica en la necesidad de visibilizar las desigualdades sociales que se legitiman desde el lenguaje. Cada grupo de personas que participó se llevó nuevas preguntas, reflexionó sobre la construcción de su propia subjetividad, en función de los mandatos sociales en cuanto al género, y se llevó más herramientas para problematizar las desigualdades con una enfoque de género.

A partir de las clases escritas, los materiales de lectura y audiovisuales se crean intercambios colectivos, desde la virtualidad. La experiencia propone problematizar el uso del lenguaje en general y sus contextos, además de la visibilización del sexismo y el androcentrismo en el lenguaje, el reconocimiento de las identidades que quedan por fuera del binario masculino/femenino y las trayectorias y activismos. Además se da lugar a la indagación sobre las posturas de distintos actores: Real Academia Española, activistas, lingüistas, entre otros. Incluso, se reconocen las voces del debate internacional; y la perspectiva de género desde el lenguaje y la comunicación.

En el contexto actual de ampliación de derechos de las mujeres y otras identidades no binarias, se visibilizan los genéricos masculino, así como las expresiones sobre los “crímenes pasionales”, “los piropos”, “los maestros”, “los trabajadores”. ¿Las palabras reflejan la realidad o la esconden?

También podés leer: Formación en Tiempo, ya está abierta la inscripción de la edición primavera

En las ediciones pasadas de la capacitación, han participado personas de distintas ramas profesionales y de trabajo, psicología, derecho, comunicación, salud, docencia, informática y desde distintos puntos del país, El Bolsón, Playa Unión, Trelew, Rawson, Loncopué, Bahía Blanca, Bragado, La Plata, Salta, Bariloche y Santa Fe, Río Ceballos Córdoba, Paso del Rey, Buenos Aires. Coronda, Santa Fe, Neuquén, La Pampa,  Olavarría.

Cada grupalidad trazó su proyecto: un manifiesto que represente las sensaciones y saberes para abrir un camino en constante deconstrucción y construcción.

A continuación compartimos las producciones de la última edición de invierno.

Fabiana – Cnel. Suárez, Buenos Aires

¿y si Dios moviera sus pechos dulcemente? dijo

¿y si Dios fuera una mujer?

Juan Gelman

Reclamamos nuestro derecho a subvertir el orden de cosas.

Porque la vida es creación, mal que les pese a muches.

Nos mueve un deseo cierto de igualdad, de amoroso encuentro con les otres, de contar y que estemos todes.

Y lo hacemos por nosotras, nosotros, nosotres. Porque no queremos más tener que llorar las lágrimas de nadie, hundide por el dolor de no poder ser, cargade de muertes y humillaciones por parte de quienes, imposibilitadxs de experimentar la inefable belleza de la diversidad, necesitan controlarlo todo, reprimirlo todo, mutilarlo todo y empequeñecerlo hasta hacerlo encajar en su minúscula visión del mundo. Por eso, reivindicamos el derecho a ser nuestra mejor versión, siempre cambiante, siempre distinta, con/para/junte a les otres.

Lucía Artigas – Ciudad de Buenos Aires

La forma en que nombramos al mundo está íntimamente relacionada con la manera en que lo percibimos y habitamos.

Repensar el lenguaje nos permite revisar la forma en que miramos a todo lo que nos rodea. Cambiar las palabras y sus estructuras, es un poco cambiar el mundo.

Amelia, San Fernando, Buenos Aires

¿Cómo se construye la ciencia del lenguaje? ¿qué sucede cuando un paradigma sostenido por tantísimos años ya no da lugar a las problemáticas actuales? Recuerdo leer a Thomas Kuhn. Hablaba de que dentro de un “paradigma cientíco” se pueden presentar “anomalías”, que son los problemas con los que se tropieza una comunidad. Estas anomalías pueden hacer mover las estanterías del paradigma, al punto de que amenacen la conanza que se tiene en él. Es claro que parte de la comunidad ha perdido la conanza en esos modos de ver  y nombrar al mundo. Estamos en crisis. Manifestando y creando formas de expresión que nos representen. Ha llegado  el tiempo de la revolución en el lenguaje. Aquí estamos dando  batalla.

También podés leer: ¿Esa palabra no existe?

Natalia. Olavarría, Buenos Aires

Lanzo este grito al viento, a ese que arma y desarma nuestra realidad. A modo de molotov casera, íntima, desesperada y subversiva. Si la arena del lenguaje es batalla por la construcción de los sentidos, pues bien, desde esta resistencia les nombro, les des-invisibilizo, declaro mi ferviente creencia de des-generar la lengua. Y en otro intento por dislocar la indiscutida pretensión de los templarios del lenguaje, les vuelvo a nombrar, a todes, así con “e”, para que moleste e incomode, para que se horroricen y hagan cruces. Entonces te des-obedezco y en un arrojo de pequeño acto revolucionario te doy vuelta la pirámide del poder: nosotres, la base, les nadies, les quienes, les sures, les silenciades te hablamos, porque tenemos voz, te gritamos porque nuestra voz es fuerte y emerge del fondo que ya no será tal, será cumbre. Seremos todes nosotres quienes demos vuelta el patrullero de la gramática. Seremos les históriques  desestabilizadores de tu status-quo, la hermosa piedra losofal en el zapato.Y aunque no nos invites ni nos des permiso, será nuestra casa tomada, la casa del árbol en la que todes queremos jugar, con x, @, *, a. Yo lo hago con la “e”. Porque me gusta y porque quiero.

Emilse. Neuquén

“Y si el sol fuera luna y el agobio fuera libertad  elegiría de nuevo mis palabras para denominar lo que he vivido”

Huracán. Uno de mis principios acerca del lenguaje, es que “lo que no se denomina, no existe”, trate de darle contenido y argumento en todo el recorrido. La realidad la construimos desde las palabras que cobran el sentido común para que todes podamos comprenderlas. Cuando ciertas denominaciones irrumpen dicho sentido, nos quedamos enojades, reexives, desaantes, expectantes porque de alguna forma, la novedad nos interpela. Y quizás lo que negamos alguna vez, se torne visible y comprensible hacia aquelles que irrumpieron con su lucha. Valoro la lucha de muchas y muches militantes que con el lenguaje fueron abriendo derechos. Lo hicieron las colectivas feministas y también, colectivos LGBTTQ+.

Adriana – Buenos Aires

Resistir en la lucha por las conquistas sociales, económicas, culturales, de género, nos implica tomar la palabra, nombrar, nombrarnos… La apropiación de la palabra nos legitima, la narrativa de los relatos de todes nos impone también una visión política, de poder.

Aquello que no se nombra ¿ no existe?. «No hay revolución que no comience con la subversión de la palabra»

Estamos en la ruta, estamos resignicándonos, deconstruyéndonos , nuestras palabras y voces narran una realidad y verdad oculta, desmentida. Nos estamos empoderando de un relato que nos pertenece y visibiliza!!! Somos cuerpos, somos vida, somos seres en lucha y conquista de derechos humanos, somos lo que nos pertenece!! Reivindico mi derecho a ser un monstruo!!!

Anahí – Coronda, Santa Fe

Nunca me gustó el @.

Para mí el @ siempre fue una preposición del lugar. Y también hay algo simbólico en eso de que parezca una a adentro de una o. Como si lo masculino diera refugio a lo femenino, lo acogiera, lo cuidara.

Pienso en la equis y en el asterisco.

No sé cuál vino primero.

Leo a Sasa Testa.

Usa la x como incógnita.

Leo a Mauro Cabral.

Habla de la x como tachón.

Preere el *.

Pienso que, en los manuales de gramática, el * se usa para señalar usos incorrectos.

Pienso en la Wayar, en un baño, gritando “reivindico mi derecho a ser un monstruo”.

Y pienso que somos eso: la incógnita, lo incorrecto, la incomodidad.

La e es demasiado “normal” para nombrarnos.

Marcela Afione, Ciudad de Neuquén, Provincia de Neuquén.

Lenguaje es poder, si no tomamos la palabra los vencidos, siempre serán los vencedores quienes nos impongan lo que está bien o lo que está mal. A Los defensores de la «gramática» no les preocupa tanto la «gramática» sino el rechazo viene exclusivamente por el lenguaje NO BINARIO y SEXISTA. Tenemos que seguir la lucha ya que pareciera que lo que no se nombra no existe y sí existe. Por eso es necesario seguir dando batalla, seguir visibilizando al invisible.

Celina Romano, Ciudad de Buenos Aires

Defender mi derecho inalienable de poder nombrar y ser nombrada con respecto a mi propia identidad. Y defender el de toda persona. Tomar el lenguaje como instrumento de activismo con la convicción de que eso permitirá a las sociedades dar continente adecuado a cada ser.

*El nuevo taller a distancia de ¿Esa palabra no existe? comienza el miércoles 7 de octubre, con duración de dos meses. Socios y socias tienen un 50% de descuento. Consultas a: [email protected]