El telescopio James Webb, considerado una maravilla de la ingeniería, deslumbró por su impacto tras la difusión de la “imagen infrarroja más profunda y nítida del universo primitivo”, según definió la agencia espacial estadounidense NASA. Este martes se revelarán otras imágenes inéditas, algo que generó expectativa en todo el mundo.

La imagen puesta en circulación este lunes muestra las primeras galaxias formadas poco después del Big Bang – apuntando unos 13.000 millones de años hacia atrás- y presenta objetos de luz tenue que nunca habían sido observados, según informó la agencia de noticias AFP.

Durante la presentación en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lo definió como un día “histórico”.

«El primer campo profundo de Webb no sólo es la primera imagen a todo color del telescopio espacial James Webb, sino que es la imagen infrarroja más profunda y nítida del universo lejano tomada hasta la fecha. Esta imagen cubre un trozo de cielo del tamaño aproximado de un grano de arena sostenido a la distancia de un brazo extendido. Es sólo una pequeña porción del vasto universo», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. Y agregó: “Esta misión ha sido posible gracias al ingenio humano: el increíble equipo del Webb de la NASA y nuestros socios internacionales de la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense. Webb es sólo el comienzo de lo que podemos lograr en el futuro cuando trabajamos juntos en beneficio de la humanidad».

El telescopio James Webb, el más potente de la historia, pudo ver miles de galaxias por sus capacidades infrarrojas gracias a que atraviesa las nubes de polvo cósmico y detecta la luz proveniente de las primeras estrellas. Se trata de la primera imagen de «campo profundo» del Webb, tomada con un tiempo prolongado de exposición, que hace posible detectar los destellos más débiles.

En la foto se ve una agrupación de galaxias llamada SMACS 0723 que, haciendo las veces de lupa, también reveló objetos del cosmos muy distantes detrás de él, gracias a un efecto llamado lente gravitacional.

«Los científicos están encantados de que Webb esté en marcha y sea tan potente como esperábamos, mucho más que el telescopio Hubble, y de que haya sobrevivido a todos los peligros para ser nuestro ojo dorado en el firmamento», dijo John Mather, científico principal del proyecto Webb en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.

Sobre las próximas imágenes por conocer, se espera la presentación de dos nebulosas: la de Carina y la del Anillo Sur. Otro objetivo es el Quinteto de Stephan, un grupo de galaxias que interactúan entre sí.

El Webb también le ha hecho una espectroscopía -análisis de luz que revela información detallada- a un gigante planeta gaseoso llamado WASP-96 b, descubierto en 2014. A unos 1.150 años luz de la Tierra, tiene cerca de la mitad de la masa de Júpiter y gira alrededor de su estrella en solo 3,4 días.

Los exoplanetas, que orbitan alrededor de una estrella diferente a nuestro Sol, también son materia de investigación del telescopio Webb. La meta es buscar información que permita estudiar su atmósfera y determinar si pudieran ser habitables o aptos para desarrollar vida.

Lanzado en diciembre de 2021 desde la Guayana Francesa sobre un cohete Ariane 5, el telescopio James Webb orbita al Sol a una distancia de 1,6 millones de kilómetros de la Tierra, en una región del espacio conocida como el segundo punto de Lagrange. La NASA estima que el propulsor del Webb puede tener una vida útil de 20 años.