La Patagonia suele ser una región en la que la propiedad se pone circularmente en discusión. El apelativo a la «propiedad privada» en contra de intereses comunitarios o zonas ambientales protegidas, es recurrente. Esa síntesis parece confluir en Alejandro Seguí, militante antimapuche que lidera un club náutico de Bariloche que busca dragar en forma periódica el arroyo Angostura, lo cual está prohibido por normativa provincial.

Hay un antecedente: hace ocho años un particular metió una motoniveladora en el arroyo para ahondarlo por su cuenta y facilitar el paso de embarcaciones. Eso derivó en una multa del Departamento Provincial de Aguas (DPA) de Río Negro y un amparo que llegó al Superior Tribunal de Justicia. El fallo posterior ratificó la imposibilidad de intervenir en el curso de agua.

Ahora, según denuncian organizaciones vecinales, el Municipio de Bariloche avanza en un convenio con el club Náutico Lago Moreno que vuelve a poner en peligro la normativa de la reserva ambiental Llao Llao. De acuerdo a lo publicado por el medio Río Negro, el que está lidera el club es Alejandro Seguí, quien también habría tenido participación directa en aquel dragado clandestino de 2014, según apuntó la militante ambientalista Susana Giménez.

De acuerdo a lo relatado por el diario rionegrino, los vecinos a favor de la reserva natural urbana Laguna El Trébol y la reserva Morenito/Ezquerra advirtieron sobre “el avance de los intereses inmobiliarios” y el riesgo de que el municipio autorice “proyectos inviables” porque colisionan con la Carta Orgánica, con la regulación de áreas protegidas, con la ley general de Ambiente y con tratados internacionales de protección de mallines.

El parque Llao Llao está ubicado entre los lagos Moreno y Nahuel Huapi y comprende unas 1200 hectáreas de valioso bosque nativo. Pero ahora el “Ente Autárquico Administrador Científico-Técnico” creado por ordenanza para velar por esa área protegida se apresta a firmar un convenio de cooperación con el club Náutico Lago Moreno para desarrollar un embarcadero y guardería de embarcaciones. La decisión final dependerá de una votación en el directorio del Ente. Susana Giménez sostuvo que la posición del gobierno municipal y de la junta vecinal Llao Llao ya estaría definida en favor de la iniciativa.

El borrador del convenio habla de una “reconstrucción del muelle existente o construcción de uno nuevo” sobre la costa oeste del lago Moreno, incluida la adecuación de la rampa para bajada de embarcaciones, la instalación de una guardería en tierra y de “amarra para fondeos”.

El lugar elegido es el mismo espacio costero contiguo a la casa del guardabosque municipal donde tiempo atrás ya existió una marina improvisada que generó denuncias de contaminación y una posterior clausura.

El convenio también prevé el dragado periódico del arroyo Angostura, que conecta los lagos Moreno y Nahuel Huapi y cuya profundidad actual solo permite el paso de embarcaciones de poco calado. Según el texto, la modificación del lecho debería garantizar el mantenimiento de una cota mínima de 70 centímetros entre diciembre y marzo.

Giménez recalcó que uno de los argumentos del club náutico es que Prefectura necesita ese paso habilitado para sus guardacostas en caso de incendios o emergencias: «Pero para ese fin existe una bajada disponible en el Moreno, en la zona del golf del hotel Llao Llao, que Prefectura debería mantener y no lo hace”.

Recordó que el dragado del arroyo está expresamente vedado por razones ambientales, porque afecta las camas de desove de peces y produce alteraciones artificiales en el flujo de agua, y que la prohibición fue ratificada por un fallo judicial. Se quejó de que los propietarios de embarcaciones buscan avanzar sobre un área natural que por Carta Orgánica es “inalterable e inalienable, y excluida de todo tipo de explotación comercial”.

Remarcó que Parques Nacionales tiene injerencia en cualquier intervención sobre el arroyo, porque su jurisdicción incluye el lago Nahuel Huapi y sus costas. En ese sentido, consideró que el área técnica del parque Nahuel Huapi tiene identificado ese lugar como hábitat del huillín, que sufriría grave daño con cualquier tipo de dragado.

Alejandro Segui

Para Giménez, hay detrás un interés económico que es incompatible con las pautas de manejo del parque Llao Llao: “Tengo plata y está todo permitido, parece que es así el tema”. Lo curioso es que el propio Seguí se presentó en el último tiempo como defensor de las tierras de su región. En realidad se mostró en contra de que las utilicen los mapuches, y a favor de la propiedad privada. Aunque con la reserva Llao Llao el club estaría avanzando sobre tierras indebidas, según las denuncias.

“Toda la comarca andina siempre trabajó codo a codo con las comunidades originarias, buscando la integración. Pero desde el 2006 todo se convirtió en un gran negociado, basta con ver los territorios que buscan reivindicar con gran valor comercial”, disparó tiempo atrás Seguí, presentándose como vocero de la «Mesa Consenso Bariloche», una entidad de organizaciones e instituciones privadas que busca llevar adelante acciones «que visibilicen la problemática del otorgamiento de tierras para fortalecer los lazos en común promoviendo, siempre, el diálogo como mecanismo para lograr consensos».

Para hacerlo, dicen trabajar con los siguientes objetivos:

• Asegurar la condición jurídica de las tierras públicas de Bariloche y el libre acceso, uso y goce de dichas tierras, atractivo turístico y fuente de trabajo y desarrollo de nuestra comunidad.

• Promover el libre acceso a la información pública en materia de otorgamiento de tierras.

• Llevar adelante acciones de visibilización e identificación de tierras públicas destinadas al uso recreativo, deportivo, cultural y social por la comunidad de Bariloche y quienes la visitan.

• Concretar acciones de protección, cuidado y prevención del medioambiente de Bariloche y sus alrededores.

En ese contexto, Alejandro Seguí Salaberry aseguró tiempo atrás que los pueblos originarios no querían “la zona de Vaca Muerta hasta que se encontró petróleo” y que buscan el comanejo de varios lugares públicos por réditos económicos. “Se premia a los agresores, usurpadores y violentos”, concluyó el referente del club náutico que ahora avanzaría sobre la reserva natural Llao Llao.