“Nuestro equipo técnico detectó conexiones clandestinas en un barrio cerrado de Plátanos, en el partido bonaerense de Berazategui, un delito que perjudica la red de distribución y puede poner en riesgo la vida de las personas”, destaca en su página web la empresa Edesur, que suministra el servicio eléctrico en la Ciudad de Buenos Aires y en el sur del Conurbano bonaerense.

De acuerdo a la información oficial entregada por la empresa, el operativo “se realizó en ‘Las Golondrinas’, ubicado en el kilómetro 31.5 de la Autopista Buenos Aires-La Plata, donde se constató con escribano público que 41 viviendas no tenían medidores que registraran los consumos. El organismo pudo determinar que 13 de esas viviendas eran casas terminadas y 28, eran obras en construcción, pero que igualmente consumían de la red eléctrica.

“Al corroborar el delito, los técnicos procedieron a cortar las conexiones clandestinas y se retiraron los cables de la anomalía”, continúa el comunicado oficial. La empresa detalló los cables retirados no habían sido instalados por Edesur, razón por la cual el escribano público “labró las actas correspondientes”.

El trámite para las personas involucradas en este delito es tedioso y demanda una gran cantidad de tiempo: “Ahora, las personas que viven en el barrio deben acercarse a las oficinas de Edesur para solicitar el medidor para normalizar su situación frente a la distribuidora”, afirman desde la empresa eléctrica.

Hace poco menos de 90 días, Edesur desbarató más de una veintena de conexiones clandestinas en otro barrio privado cerrado “Finca Las Albas”, ubicado también en el sur del conurbano bonaerense.

En aquella oportunidad, los técnicos de la empresa realizaron el mismo operativo: el retiro de cables que no había sido instalado por Edesur y la exigencia legal de que las familias involucradas en este delito, realicen todo el procedimiento legal para regularizar su situación.

El operativo en ese barrio cerrado constató que 20 viviendas, de las cuales 15 están en construcción, no tenían medidores que registren los consumos. De este total, 15 eran obras en construcción, mientras que las otras 5 ya estaban siendo habitadas.

Conexiones clandestinas: con penas de hasta dos años

El hurto o robo de energía se encuentra contemplado dentro de los delitos del Código Penal.

El artículo 162 determina que: “Será reprimido con prisión de un mes a dos años, el que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena”.

El artículo 164 agrega que “Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, con fuerza en las cosas o con violencia física en las personas, sea que la violencia tenga lugar antes del robo para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para procurar su impunidad”.

Entre 2019 y 2020, Edesur interpuso unas 1.000 denuncias penales, en las que fue detectado hurto de energía, la mayoría de las denuncias se realizaron en barrios cerrados.