Santa Fe es uno de los distritos más castigados por la tercera ola de Covid–19, y lo visibiliza a través de dos de los indicadores principales de la pandemia: los internados y los vacunados.

En el primer ítem, la situación dista de ser relajada, tal como suele minimizarse de que en esta ocasión supuestamente los casos no serían de gravedad. Santa Fe, de hecho, debió suspender este lunes cirugías programadas en los hospitales públicos debido a la alta ocupación de camas de terapia.

El director de Tercer Nivel de Salud de la provincia, Rodrigo Mediavilla, remarcó que “todo Santa Fe está pasando el 90% de saturación de camas”. Y graficó: “el Cullen está al tope, el Iturraspe está al tope”.

La decisión se tomó tras la reunión entre la ministra Sonia Martorano y los directores regionales y de segundo nivel, donde se evaluarán posibles acciones.

“Probablemente se disparen esos tópicos del plan de contingencia: la máxima ampliación, la reformulación de áreas críticas, se van a suspender las cirugías programadas en Santa Fe por el aumento de las internaciones por Covid que hay”, añadió Mediavilla en declaraciones a Radio Aire de Santa Fe, y subrayó que “la situación está volviendo a ser complicada”.

La suspensión de cirugías arrancó en Santa Fe Capital, pero según el funcionario, “esto se va a ir reproduciendo en toda la provincia, está entrando en crisis, por eso se empiezan a disparar solas las fases del plan de contingencia”.

Otra posible medida que analizarán hoy con la ministra es posibilidad de volver a armar el hospital de campaña que aportó el Ministerio de Defensa durante la segunda ola, frente al hospital José María Cullen.

“Hay que sacar esta noción de que Ómicron es muy débil. En los pacientes de riesgo es tan grave como la cepa de la segunda ola, y si bien la proporción de internaciones por Ómicron es menor, el número de contagios es muchísimo mayor, entonces la proporción termina siendo igual”, acotó Mediavilla.

Y añadió: “necesitamos tomar estas medidas para poder atender a todos: los hospitales están llenos. El sector privado también está repleto, necesitamos ayuda del sector privado, que ellos puedan cubrir a su población, a la población mutualizada, y dejar a los hospitales públicos libres para poder atender a aquellos que no la tienen”.

Deserción

Al mismo tiempo, Rosario ofreció otra noticia negativa: el 40% de los que reciben el turno para la tercera dosis contra el Covid–19 no concurre al centro asignado.

Es un problema que enfrentan varias jurisdicciones, al entrecruzarse dos fenómenos: la tercera ola y el verano. Las autoridades estiman que gran parte de las ausencias se deben a que las personas están de vacaciones o se contagiaron en las últimas semanas, por lo que deben esperar los 90 días necesarios para recibir el refuerzo.

“Se ha demostrado que deja anticuerpos y con la vacuna se genera, por decir, una competencia entre los anticuerpos de la vacuna y los que generó el Covid. De manera tal que si cuentan con dos dosis, funciona como si fuese un refuerzo. Si me llegó el turno lo guardo, porque cuando pasen los 90 días me presento y me vacuno”, explicó la ministra de Salud, Sonia Martorano.

Los centros de vacunación abren el fin de semana, pero eso en algún tipo de población termina teniendo rechazo: desde los vacunatorios comentaron que muchos que reciben el turno para el finde no concurren, para seguir con sus planes de esparcimiento, y luego se amontona la gente los días de semana. El dato positivo: el 75% de los mayores de 60 años ya recibió la tercera dosis.