El calor extremo del primer mes de 2022 se sintió en los cuerpos. Y las estadísticas confirmaron esas sensaciones: según datos del Servicio Meteorológico Nacional, se batieron más de 75 récords de temperatura en el país durante la intensa ola de calor de enero. Un fenómeno que se extendió durante 21 días consecutivos.

“Los récords de temperatura se rompían todos los días. En lo que va de este 2022, hubo más de 75 récords de temperaturas, algunos históricos y otros para el mes de enero, Incluso varias estaciones meteorológicas superaron su récord en más de una oportunidad durante el evento”, informó el SMN.

La ola tuvo gran extensión territorial (comenzó el 6 de enero en Patagonia y luego se extendió a la región de Cuyo, al noroeste y a parte de La Pampa, sur y oeste de Buenos Aires y al sur de Córdoba), fue persistente en el tiempo y con temperaturas extremas en distintos puntos del país.

En la mayor parte del sur y el centro del país el alivio no tardó tanto en llegar, pero en otras como Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones el calor sofocante y sin descensos térmicos nocturnos siguió durante casi todo el mes. En ciudades como Posadas y Resistencia, el fenómeno duró 14 y 13 días respectivamente.

Durante los 21 días del fenómeno caluroso, siempre hubo alguna zona del país con temperaturas extremas. El SMN reportó que 69 de las 96 estaciones meteorológicas con datos climáticos registraron un evento de ola de calor en algún momento de este episodio.

Entre los récords, 19 ciudades vivieron la noche más cálida de su historia, con la temperatura mínima más alta. Entre ellas, la ciudad de Buenos Aires: en la madrugada del 15 de enero la temperatura no descendió de los 30°C en toda la noche, y marcó un nuevo récord de temperatura mínima más alta desde 1906.

Sobre los motivos de la “ola”, desde el SMN explicaron que “desde comienzos de enero se dieron una serie de factores simultáneamente que ayudaron a que el calor persista y se alcancen temperaturas superiores a 40°C. Las condiciones de calor son típicas de ésta época del año, pero también es normal que las brisas marinas, la nubosidad y los vientos del sur ayuden a que las temperaturas no suban mucho, o que no persistan en el tiempo. En esta oportunidad, un sistema de alta presión se posicionó sobre el centro del país, lo que dejó muchos días con cielo despejado y alta radiación, poco viento e impidió que las masas de aire frío provenientes del sur se desplacen hacia el norte. Esto contribuyó a que la masa de aire muy caliente se mantenga en gran parte del país”.

A esto se sumó que por el mismo sistema de presión se originó un efecto de subsidencia, que es el descenso de aire. Cuando esto ocurre se produce un efecto de calentamiento y secamiento de la atmósfera. Por eso, además de calor, las humedades relativas fueron bajas. “Todo esto se dio en un contexto de sequía y muy poco contenido de humedad en el suelo, lo que pudo haber ayudado a que las temperaturas máximas sean tan extremas”, explicó el SMN mediante un comunicado.

Ya a mediados de enero, cuando provincias como Santa Fe registraban el día más caliente de su historia (con 45,4°), se conocía un reporte preliminar del SMN que advertía que la ola no era un hecho aislado, y que el cambio climático seguiría dejando huella. “La serie histórica de mediciones permite dar cuenta de las manifestaciones del cambio climático en nuestro país y dar sustento a las políticas nacionales de adaptación, respuesta y mitigación frente a los fenómenos asociados al cambio climático”, expresó el informe, y destacó que los registros de dióxido de carbono y metano muestran un incremento constante en el transcurso de los años.