En octubre cumple 50 años la Escuela Cooperativa Mundo Nuevo, una institución educativa de gestión social que desde 1972 brinda enseñanza de nivel inicial y primario en Serrano 557, Ciudad de Buenos Aires. Tiempo conversó con Melina Merkier, asociada a la cooperativa, docente tallerista de Gestión Cooperativa de 6to. Grado, e integrante de la comisión de Acción Cooperativa del establecimiento.

-¿Cómo nace Mundo Nuevo?

Nace en 1972, a partir de una injusticia: a una maestra que estaba embarazada la echan de una escuela privada y a partir de ahí, un grupo de docentes se van de esa escuela y deciden crear una escuela nueva para un mundo nuevo. En ese primer momento, en el año 1972, lo hacen bajo la modalidad de cooperativa de padres y docentes, pero ya al poquito tiempo se conforma como cooperativa de trabajadores y trabajadoras. Y a partir de ahí ya estamos como cooperativa de trabajadores y trabajadoras. Absolutamente todos quienes trabajamos en la escuela, no solo los y las docentes, formamos parte de la cooperativa.

-¿Cómo experiencia cooperativa, cómo atravesaron los momentos más complejos de estos últimos 50 años de historia argentina?

Justamente hace poquito hablábamos con un exmaestro de la escuela, que se llama Isabelino Siede, que hoy es un docente muy reconocido en el área de Sociales, de Formación Docente. Él nos decía algo que nos quedó resonando un montón, y es que en estos últimos 50 años que un proyecto haya seguido en pie es ser sobrevivientes, del terrorismo de Estado, del terrorismo de mercado. Entonces, esta cooperativa nace y se desarrolla en un momento de la historia argentina que es muy adverso para pensar lo colectivo. Ahora nos estamos contactando con muchas de esas personas que habitaron la escuela en las diferentes etapas y nos cuentan esto, que en la escuela siempre se vivió una libertad que afuera no se encontraba, por supuesto sobre todo en la etapa de la dictadura cívico-militar. Luego, el advenimiento de la democracia también trae para la cooperativa un gran despertar, y la posibilidad de desplegar muchas de las ideas que se venían dando en lo pedagógico y en la manera de organizar el trabajo. Y la década del 90 fue nuevamente la resistencia, y ahí la cooperativa no estuvo ajena a algunos conflictos en relación al individualismo de la época. A partir del 2001 hubo un renacer de la política también al interior de la cooperativa. Y concretamente a partir del año 2006 la cooperativa tiene un resurgimiento después de una crisis interna importante. Y desde ahí empezamos a estar muy profundamente en contacto nuevamente con los fundadores y las fundadoras, recuperando mucho del espíritu inicial de la cooperativa, y nos pusimos en contacto con todo el movimiento cooperativo, con todo el movimiento de escuelas de gestión social del país, y empezamos nuevamente.

-¿Cuál es la diferencia de este tipo de organización escolar con otras, y qué lugar quieren tener en el sistema educativo?

Nosotres sostenemos que a cooperar se aprende, a vivir con otros se aprende. Entonces, el área de convivencia es una pata fundamental del proyecto político pedagógico de un mundo nuevo, en donde el conflicto no es algo que esté ajeno. También habitamos el conflicto como una oportunidad de aprendizaje, y todas nuestras prácticas político pedagógicas están absolutamente vinculadas con nuestra forma también de organizarnos como trabajadores y trabajadoras. Ustedes también son una cooperativa, y sabrán de lo que hablo: cuando empezamos a vivir como trabajadores y trabajadoras estas relaciones laborales democráticas, horizontales, participativas también cambia mucho nuestra visión del mundo, nuestra forma de encarar las relaciones sociales en general y todo eso se ve reflejado también en el proyecto con les chiques. No tiene que ver con un contenido curricular aislado, que tenga que ver con algo que se estudia más allá que hay cosas que podemos estudiar como la Historia, el movimiento cooperativo, la historia de algunos movimientos comunitarios y sociales que también le damos mucha importancia. Hay algo de la práctica cooperativa que está, en estas tareas específicas, y también en cada práctica cotidiana. Se vive la cooperación. Y se hace un trabajo reflexivo muy grande respecto de eso: están los delegades de la primaria, de primero a séptimo grado. Cada grado tiene dos delegades que se juntan cada 15 días en un almuerzo con dos docentes también para pensar cuestiones que hacen al estar en la escuela, a la organización de los recreos, a juegos que tienen ganas que aparezcan, a resolución de conflictos entre grados. Se juntan les chiques y pueden tomar decisiones, y después llevan a sus aulas. Hay mucho espacio a la participación y creo que eso hace la gran diferencia. Es un proyecto político pedagógico indisociable de nuestra manera de organizarnos como trabajadores y trabajadoras, nuestra manera de ver el mundo. En ese sentido, pensando en la no explotación del trabajo ajeno, la no explotación de la naturaleza.

-¿Qué proyectan a mediano y largo plazo?

Tenemos dos proyectos. Uno, muy urgente, es que necesitamos comprar el edificio que habitamos, tener una tenencia segura de nuestro espacio, porque eso es la base fundamental para poder seguir proyectándonos a futuro. Este inmueble lo alquilamos desde 1976, y les dueñes están con ganas de venderlo, y nosotres entendemos que es la oportunidad para comprarlo y para tener, de una vez por todas, la tenencia segura del inmueble, que es lo que nos va a permitir también poder seguir creciendo. Queremos pensar en construir una secundaria, abrir aulas de los niveles que tenemos, pero para eso necesitamos ser dueños de nuestro espacio. Hoy el acceso a la propiedad en la Ciudad de Buenos Aires es un problema. Las cooperativas no tenemos acceso al crédito. Como escuela cooperativa, tenemos una economía muy sólida, y sin embargo las políticas públicas que hay para el sector cooperativo y de la economía social no permiten que podamos crecer. Necesitamos que haya políticas para sostener, por ejemplo, estos 73 puestos de trabajo, y para eso necesitamos comprar el inmueble. Entonces, ahí estamos con muchos proyectos de ley para generar acceso al crédito de las cooperativas de trabajo.

-¿Y el segundo proyecto?

Estamos tras el proyecto de ley de la constitución de la figura del trabajador autogestionado, porque también creemos que, los trabajadores de las cooperativas, al estar inscriptos en el régimen de autónomos tenemos muchas complicaciones, estamos en una tremenda desigualdad ante otras realidades laborales, y merecemos tener acceso a la seguridad social, a la jubilación, y eso hoy no lo podemos hacer porque no hay una ley que nos contemple. Entonces, también estamos tras esa ley. Y también estamos tras la promulgación de la ley de gestión social de la educación. Justamente el 26 de octubre se va a presentar el proyecto de ley de la mano de Eduardo Toniolli, que es un diputado nacional. Este proyecto de ley tiene por objetivo promulgar un artículo de la ley nacional de la educación, que se sancionó en 2006. Ese artículo dice que toda educación es pública, pero que hay tres formas de gestionarla: la estatal, la privada, ambas que todos conocemos, y la social. Todo esto también es lo que nos va permitir proyectar los próximos 50 años en condiciones de mucha más madurez para poder seguir sosteniendo la educación cooperativa, porque vemos además los resultados en todos los ex alumnes que se acercan, el valor que le dan a la experiencia de haber atravesado una escuela como esta, de todos les trabajadores y la cantidad de conocimiento colectivo que se genera en esta experiencia educativa que luego, todos los que trabajamos acá nos llevamos esos saberes hacia otros lugares, porque no creemos en la propiedad privada del conocimiento. Creemos que esto tiene que expandirse hacia otros lugares. Creemos que la condición fundamental es tener los espacios colectivos para lograrlo. Y lamentablemente en otras instituciones escolares esos espacios no están garantizados. Y creo que es esa es la gran diferencia de Un Mundo Nuevo: tenemos garantizado el trabajo colectivo, con sus espacios concretos remunerados para les trabajadores, para hacer juntes.