Eloísa Gabriela Belizán, alias “Pelu», es una de las protagonistas del Senado como trabajadora de la Comisión Banca de la Mujer. Forma parte de la Comisión de Diversidad Sexual APL (Asociación de Personal Legislativo), acostumbra a dar charlas de formación en Derechos Humanos y, como representante de la comunidad trans, trabaja con ensayos clínicos en el Comité del Hospital Ramos Mejía y en la Fundación IBIS, dictando talleres de prevención y salud en VIH. Tras la publicación del protocolo labrado por Patricia Bullrich -“Protocolo General de Actuaciones de Registro Personales y Detenciones para personas pertenecientes al colectivo LGTB”-, difundido a través del Boletín Oficial por el Ministerio de Seguridad, la trabajadora del Senado analiza en plena vorágine parlamentaria este supuesto “respeto” que pergeña el protocolo sobre la identidad de Género, pero que, en realidad, encubre la fuerte estigmatización al colectivo LGTBIQ.

La Convocatoria Federal Trans y Travesti Argentina (CFTTA) ya expresó el absoluto repudio a través de un comunicado, donde se asumen los anexos en términos de estigma: “Nos identifica como sujetxs peligrosxs en términos políticos”, en un contexto en el cual incrementa la violencia institucional por parte de las fuerzas». 

Belizán, explica en qué sentido los puntos del protocolo lo delimita y recuerda, además, que hay medidas allí anexadas que ya estaban contempladas en leyes anteriores, incluso, que se venían practicando antes de la creación de Ley de Identidad de Género. Así abre la charla con Tiempo: 

-Desde el vamos creo que este protocolo tiene una mirada discriminatoria. Este lunes tuvimos una reunión en el gremio APL y la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo (C.O.M.O.). Estamos preparando una negativa por el alto grado de discriminación hacia las identidades trans. Este protocolo de actuación de registro personal del colectivo LGBIT (1149/2017) está mal encarado, se estigmatizaría a las personas transgénero, trans y travestis

-¿En qué sentido? 

-Estarían más expuestas a la estigmatización cuando desde el punto de vista cultural y social se está queriendo cambiar la impronta de las leyes. Al realizar un protocolo de estas características, está mal objetivamente lo que se quiere llevar a cabo. Si lo cumplimentan, esto significa avasallar los derechos, tal como pensamos los integrantes del colectivo LGBTIQ. Se están detentado contra todos los derechos conquistados en los años anteriores.

-Esto lo ves entrelíneas en los anexos difundidos. 

-Están escondidos en los argumentos de la Ley 26.743 (Identidad de Género). Me refiero a esta “autopercepción” como persona trans tal como delimita este protocolo nuevo a cargo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Caen en este doble discurso muy apegado al gobierno de la doble moralidad. Les resulta oportuno y conveniente tener un protocolo de actuación de las Fuerzas de Seguridad con respecto a la detención de las personas del colectivo LGBTIQ, pero está mal encarado en su objetivo.

-¿Cómo se explica en términos sociales? 

-Es discriminatoria su promoción. Los detalles de detención están en el Anexo I. Consideremos que ya estamos en una sociedad de base binaria –lo masculino, lo femenino-, el protocolo salvaguardia que están realizando metodologías. Tiene que ver con un devenir con casos de homofobia, lesbofobia y transfobia que hubo en los últimos meses, como en el bar en Recoleta o como la actuación de las fuerzas policiales en la estación Constitución contra la pareja de chicas que se estaban besando. Son un manto de piedad, por eso sacaron el protocolo que sigue estigmatizando y contra la culturización a las personas. Es todo más plural y no tenemos que caer en esos binarismos.

-¿Podrías dar algunos ejemplos? 

-En el caso de las celdas “especiales” para las personas trans o de género femenino, está mal. También dicen que van a respetar en el caso de que no tengan el DNI y que van a respetar el nombre de la persona de pila. Pero esa ley ya está vigente en la Ciudad de Buenos Aires, desde hace unos ocho años. Incluso está presentada en los hospitales y organismos como resoluciones internas para que traten a las personas con su nombre de pila, mucho antes de que se creara la Ley de Identidad de Género.

-¿Por qué vuelven sobre lo mismo cuando ya existe hace casi una década entonces? 

-Porque es una maniobra política, salvando la gravedad de que están estigmatizando y retrocediendo en la parte cultural. En un fragmento del protocolo, dicen además que el agente de seguridad, cuando va a detener a la persona, debe “tener un tono calmo y de voz clara”, cuando se dirige a la persona a detener. Son infantilismos plasmados en un protocolo labrado para salvaguardar las malas acciones que realizaron las Fuerzas de Seguridad en su desempeño ineficiente en todo el territorio nacional.

-Habla de los “testigos con idéntico género de aquel optado por el requisado”. 

-Este protocolo es toda una carta de estigmatización, en cada uno de los puntos de los anexos, a la identidad de género trans y toda la comunidad LGBTIQ. Además definieron que van a requisar sólo mujeres. Esto ya estaba determinado: cuando se detiene a una mujer debe ser una agente mujer quien la requise, así también a una persona trans. No se puede cubrir toda la variabilidad que tiene un colectivo amplio. Esto quiere sosegar los problemas que está teniendo la ministra Bullrich, es muy controvertido para la comunidad LGBTIQ. 

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