Luego de una extensa investigación periodística, la vida del sacerdote jesuita José María «Pichi» Meisegeier se retrata en un documental que recupera el legado de quien reemplazó en la villa 31 al cura Carlos Mugica, asesinado por la Triple A en 1974. «Pichi, el jesuita del pueblo», es el título de la pieza realizada y dirigida por Facundo Di Filippo que se estrenó por streaming, en una presentación  con la presencia virtual de los ministros de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Educación, Nicolás Trotta; de Cultura, Tristán Bauer y de Turismo, Matías Lammens.

La obra se transmitió por la plataforma de youtube del Secretariado de Enlace de Comunidades Autogestionarias (SeDeCA):

En sus 46 minutos de duración, el trabajo recorre la historia de Meisegeier, su trabajo para reemplazar a Mugica luego de su asesinato y su participación en el movimiento de sacerdotes para el tercer mundo en Argentina en plena dictadura. Con un minucioso trabajo de archivo y el testimonio de quienes compartieron su militancia, el film refleja su vínculo con las organizaciones sociales, las familias de las villas y barrios populares y las alianzas estratégicas vinculadas a las problemáticas de tierra, vivienda y hábitat.

La investigación también recorre su postura sobre el posicionamiento de las cúpulas eclesiásticas en ese momento y la relación que tuvo con Jorge Mario Bergoglio, sacerdote jesuita, exarzobispo de Buenos Aires y actual jefe de la Iglesia Católica, conocido como Papa Francisco.

De origen alemán, el sacerdote optó por dedicarse a los pobres y comenzó su tarea barrial en la capilla de Saldías, ubicada en un sector de la villa. Luego del asesinato de Mugica, el 11 de mayo de 1974, quedó a cargo de la iglesia Cristo Obrero. Estuvo afectado seriamente en su visión desde mucho tiempo atrás y falleció el 27 de diciembre de 2011.