Facebook, una de las redes sociales más populares del planeta, vuelve a estar en el ojo del huracán por violar la intimidad de las personas, incluso de aquellas que no utilizan esa plataforma. En esta ocasión, una investigación de The Wall Street Journal reveló que el emprendimiento de Mark Zuckerberg recibía información privada de al menos once aplicaciones de teléfonos celulares sin consentimiento de los usuarios.

Muchos de estos programas están relacionados a la salud, por lo que temas como el peso corporal, la presión arterial, el ritmo cardíaco, el ciclo menstrual o el mes de embarazo eran ingresados a las aplicaciones. Otros datos que “soplaban” a Facebook eran las compras para la casa o la intención de comprar o alquilar. Estas apps, que son muy populares en Estados Unidos, no sólo no poseen manera de impedir que se filtre la información, sino que los usuarios desconocen que esta acción era parte del accionar rutinario de sus teléfonos, ya que no está en las políticas de privacidad y condiciones de uso.

La red social nacida en la universidad de Harvard compila la información a través de un software integrado en miles de aplicaciones, denominado App Events. Los diversos datos recopilados no sólo sirven para monetizar la información, sino también para fines políticos, como es el caso del Departamento de Migraciones de EE. UU. o el caso de Cambridge Analítica.

Facebook ya es investigado por proporcionar datos a la consultora Cambridge Analítica durante la campaña que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca. Esta firma cerró luego del escándalo, que llegó al Congreso norteamericano. Por su parte, la investigación del periódico estadounidense ya tuvo ecos en ese país. Dos agencias estatales de New York iniciaron investigaciones por orden del gobernador Andrew Cuomo.

Mediante un comunicado, la red social adujo que “es normal que los desarrolladores compartan información con una amplia gama de plataformas para publicidad y análisis”. Sin embargo, se despegó de la responsabilidad de que las apps no informaran a sus usuarios: “Exigimos a los otros desarrolladores de aplicaciones que sean claros con sus usuarios sobre la información que comparten con nosotros, y prohibimos a los desarrolladores de aplicaciones que nos envíen datos confidenciales. También tomamos medidas para detectar y eliminar datos que no deben compartirse con nosotros”.

Aún queda por discutir el hecho de que la mayoría de los usuarios de aplicaciones, por diversas razones, no lee las políticas de privacidad y confía en que la información que allí viertan no será utilizada.