A esta altura se puede hablar de un subgénero periodístico: los decomisos de la Aduana. Desodorantes, soja sin declarar, fernet, animales, soja sin declarar, ropa, plantas, minerales, soja sin declarar. Lo curioso no suele ser solo con lo que se encuentran, sino cómo suele ser escondido. Fue el caso de los cigarrillos que iban ocultos a Australia, una ruta de contrabando que está creciendo en los últimos años.

Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP desarticularon un millonario contrabando de cigarrillos que iba dirigido a Australia por la vía del régimen simplificado de courier. Eran 3.720 los atados. ¿Dónde estaban ocultos? Dentro de pufs de madera acolchada. Calculan que su valor asciende a $2.008.800.

Al pasar las encomiendas por escáner, los inspectores advirtieron que los 13 bultos en cuestión —por los cuales se había declarado un valor total de alrededor de 550 dólares— arrojaban imágenes que no eran compatibles con lo que indicaba la documentación presentada. «Así, las destinaciones cambiaron al Canal de Selectividad Rojo Obligatorio y se procedió a su apertura para una verificación exhaustiva», relataron.

La inspección constató que el interior de los muebles estaba lleno de cartones de cigarrillos de una reconocida marca, de diferentes sabores.

El Código Aduanero indica que, cuando se trata de tabaco o productos derivados, la figura de contrabando aplica si el valor de la mercadería supera $160.000. «Las destinaciones en cuestión excedían esa cifra largamente». Casi trece veces más.

La Aduana secuestró la totalidad de la mercadería y dio aviso a la Justicia. «Quienes eventualmente sean encontrados responsables de la encomienda ante la ley podrían tener que afrontar una multa de hasta 40.176.000 pesos», anticiparon en el organismo de control.

Destino de riesgo

Los análisis de gestión del riesgo del organismo que dirige Guillermo Michel detectaron que el país oceánico es «una plaza especialmente sensible para este tipo de maniobras ilícitas». Según suponen, se debe al nivel de apreciación de determinadas mercaderías cuando ingresan en ese mercado que suben su valor considerablemente.

Mientras que un atado de 20 cigarrillos cuesta alrededor de $540 en la Argentina (un poco menos de 3 dólares, a valor oficial), en el país oceánico se comercializan a U$S 28,59. Casi 10 veces más. Creen que el valor de los cigarrillos en el mercado negro puede escalar a 15 dólares, «con lo cual el contrabando desde nuestro país rendiría márgenes de cerca del 500%». 

Desde la Aduana completan con que «algo similar ocurre con la cocaína: mientras que en la nuestro país un kilogramo cotiza en alrededor de 2 mil dólares, su valor asciende a U$S 270 mil al entrar en el mercado australiano, 135 veces más».