Hace 139 años que la France Telecom (ahora con la denominación de Orange) que sirve al mercado francés de telefonía fija. Los domicilios de París fueron los primeros beneficiados a fines del siglo XIX. Ahora anuncia el final de esa etapa: desde el próximo 15 de noviembre dejará de comercializar ese sistema de comunicación y confirmó que, progresivamente, hasta 2023 encarará un proceso de cambio tecnológico, ya que cesará de comercializar las líneas físicas como lo hizo hasta ahora, y que empezará a desaparecer totalmente la red, ciudad por ciudad.

Advierte la empresa que si el usuario, después de noviembre, quiere un teléfono en su casa, deberá optar obligatoriamente con uno que funcione a través de internet con la tecnología IP. Actualmente, existen en Francia 20 millones de usuarios de la telefonía fija: hace sólo seis años esa cifra se duplicaba. Claramente, los franceses son un ejemplo de cómo los usuarios de todo el mundo se transforman ante los avances tecnológicos y fueron abandonando progresivamente la vieja RTC (Red Telefónica Conmutada).

En la Argentina, la empresa Telefónica aseguró que mantenía la prestación de unas 4.447.700 líneas al cierre del año pasado, unas 200 mil menos que en el año anterior. Por su parte, la firma Telecom solamente bajó 80 mil en esa temporada y se mantuvo en los 3,9 millones. En tanto, crecieron  de 1,26 a 1,53 millones las líneas provistas por otras empresas, fundamentalmente en zonas alejadas de las ciudades más populosas. Pero lo que aseguran que cae indefectible y drásticamente son los ingresos anuales por líneas fijas, ya que de los 16.830 millones que facturaron en total en 2013, los dividendos disminuyeron a 9,431 en el último año. Y, todos ellos, aseguran que la curva descendente cae en picada.

Los números arrojan las mismas tendencias si se los analizan en los países más desarrollados del planeta. La tendencia de crecimiento de telefonías móviles va de acuerdo a los achicamientos de las fijas. Las últimas encuestas aseguran que la proporción de hogares que dejaron la telefonía fija en Europa en lo que va de la década cayó a que uno de cada tres ya  no lo utiliza. Aunque la cifra más significativa es que sólo el 6%, únicamente dispone de acceso a teléfono fijo pero no a móvil.

Claramente, la aparición del smartphone dio lugar a una superpoblación de dispositivos móviles que, se cree, es el factor clave para confirmar que, dentro de unos pocos años, para ver un teléfono fijo habrá que ir al museo.