Alrededor de un centenar de docentes, envueltos en frazadas, se concentraron este mediodía frente al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires para reclamar que “con frío no se puede estudiar”. El “Frazadazo” se sumó a las protestas contra la presencialidad en el marco de la pandemia de coronavirus, luego de que las bajas temperaturas y la falta de calefacción se sumaran a las denuncias de maestros y familias, mientras las ventanas deben mantenerse abiertas para respetar los protocolos sanitarios.

“Estamos denunciando la falta de garantías para asegurar la calefacción en las escuelas. Se están viviendo épocas de mucho frío dentro de las escuelas, más incluso del que hace fuera. Y estamos registrando una gran cantidad de escuelas que no pueden garantizar calefacción, en muchos casos por falta de pago de facturas de Metrogas por parte del Gobierno de la Ciudad. En otros, por falta de mantenimiento”, denunció Pablo Francisco, de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), que impulso el Frazadazo junto con la Multisectorial por la Escuela Pública. 

La medida se hizo frente a la sede del Ministerio en la Villa 31 de Retiro, por lo que gran cantidad de docentes de esa comunidad participaron de la protesta. En una de las escuelas del barrio ya se venía organizando un “Ropero comunitario” para juntar abrigos para nenes y nenas con frío en el aula. “Esto empeora las situaciones que venimos denunciando de falta de condiciones para cumplir protocolos en escuelas y está bajando más las presencialidad: los días de más frío las familias no mandan a los pibes”, remarcó Francisco en diálogo con Tiempo. 

“Hay un malestar generalizado de docentes y estudiantes los días de más frío. Se torna muy complicado sostener la presencialidad en estas condiciones”, enfatizó. Tanto desde los sindicatos docentes como desde los colectivos de familias se venía advirtiendo que las bajas temperaturas dificultarían aún más las clases presenciales durante la pandemia, cuando los protocolos obligan a mantener ventanas abiertas para garantizar la circulación. En las aulas, chicos y chicas cursan con capuchas, guantes, bufandas y hasta frazadas.