El ex legislador porteño y actual titular del Programa de Planificación Estratégica de Políticas de Seguridad de la Defensoría de la Ciudad, Gabriel Fuks, se refirió a los dichos de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien justificó el accionar de un efectivo de la Policía de la Ciudad, que con una patada derribó a una persona provocándole la muerte, tras golpear su cabeza contra el suelo. «Una vez más, la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sin poder salir de su propia inercia y sin ningún tipo de solvencia técnica y jurídica, justificó el accionar del policía de la Ciudad, que con una patada derribó a una persona, provocándole, según la autopsia, el fallecimiento por una fractura en cráneo producto del golpe que se dio cuando cayó tras la patada».

«El racional y medido uso de la fuerza, no implica meramente el binario planteo de Bullrich “armas de fuego o Taser”, sino que incluyen también otros criterios o herramientas de mediación, resolución alternativa de conflictos, técnicas de reducción e inmovilización, entre otras que manejan cualquier cuerpo policial moderno entre las policías del mundo”, explicó.

Y concluyó “Tras esto, se esconden los fracasos de una gestión que responde a la incapacidad de establecer políticas de seguridad desligadas de los anuncios altisonantes, y más comprometida con los que la sociedad vive a diario en la calle”

El mayor respaldo a la tarea del policía no pasa por una mirada condescendiente o paternalista del funcionario civil que lo tiene a cargo, sino por efectivizar políticas de bienestar dirigidas a las fuerzas de seguridad, en las que se contemplen su seguridad, la inclusión de su grupo familiar, las condiciones de revista cada vez más asimilada en derechos a las de un trabajador, y la profesionalización de su carrera, entre otras.

El racional y medido uso de la fuerza, no implica meramente el binario planteo de Bullrich “armas de fuego o Taser”. Los criterios de uso racional y progresivo de la fuerza, incluyen también otros criterios o herramientas de mediación, resolución alternativa de conflictos, técnicas de reducción e inmovilización, entre otras que manejan cualquier cuerpo policial moderno entre las policías del mundo. El caso ocurrido que involucra según testigos a una sola persona, alcoholizada y con un arma blanca, podría haber sido resuelto de otra manera, y de última, están los mecanismos judiciales para dilucidar lo ocurrido, y lo que a simple vista parece un despropósito.

Tras los irresponsables dichos de la Ministra, se esconden los verdaderos fracasos de su gestión que comprenden a todos estos elementos señalados anteriormente, pero también a su incapacidad de establecer una política de seguridad desligada de los anuncios altisonantes, y más comprometida con los que la sociedad vive a diario en la calle.