Durante varios años, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ignoró el reclamo de las familias que pedían que retiren el alambrado ubicado en las calles Costa Brava y Letonia, uno de los accesos principales a la escuela La Banderita, dentro del Polo Mugica en el barrio de Retiro. Esa polémica infraestructura fue instalada en 2019, en esas calles que limitan con el edificio de los tribunales de Comodoro Py. Tiempo dio a conocer el reclamo en julio de éste año donde, después de inaugurada la escuela a mediados de 2019, el ejecutivo porteño comenzó a instalar el cerco.

Las  calles en cuestión eran poco transitadas y se usaban como Zona Vip para el estacionamiento de los funcionarios judiciales y empleados que trabajan en el lugar. Letonia, paralela a Comodoro Py, fue apropiada definitivamente por los tribunales desoyendo el reclamo de las familias ya que, hasta hoy, tienen el paso prohibido por el lugar. Rápidamente, las autoridades de Comodoro Py dieron la orden de poner personal de custodia privada para el ingreso a las inmediaciones y, con el aval del gobierno porteño, llevaron adelante la instalación del alambrado que separa a la escuela de los tribunales.

En las últimas horas, un fallo judicial le dio la razón a las familias: ordenó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires quitar el alambrado que rodea a la escuela infantil 5 y a la escuela primaria 25 Bandera Argentina, dentro del Polo Educativo Mugica, tras varios años de litigio judicial. Fue la jueza Patricia Graciela López Vergara del Juzgado 6 del fuero contencioso, administrativo y tributario, quien decretó el retiro del alambrado ya que considera que obstaculiza el acceso al Polo Educativo Mugica en el Barrio 31. La causa fue iniciada en el 2017 por la abogada Miriam Medina, de Compromiso Ciudadano y acompañada por la Unión de Trabajadores de la Educación UTE-CTERA.

“La judicatura entiende que estaba afectado el derecho a la educación de los niños y adolescentes, su integridad física y vida y también, el derecho a trabajar de los docentes que asisten a educar a dichos niños, y el derecho a la seguridad e integridad personal de toda la comunidad educativa”, detalla en diálogo con Tiempo la abogada Miriam Medina. Las palabras de la jueza fueron contundentes: “La existencia de la alambrada impide el uso público de la calle Letonia y obstaculiza el acceso del transporte escolar, de los servicios de emergencia y de todo vehículo idóneo y necesario para garantizar una eventual evacuación”.

Entre la escuela primaria, el jardín de infantes y la secundaria, el Polo Mugica tiene una comunidad estudiantil de 1.773 alumnos: 462 son de inicial; 891 de nivel primario y el resto de educación media. El simple hecho de que el alambrado esté ubicado en ese lugar, podía provocar una tragedia, ya que los micros escolares que llevan a los chicos a la escuela, no pueden estacionar en la puerta y tiene que dejarlos en la esquina, situación que se complica en una zona altamente transitada pero, sobre todo, los días de lluvia. Pero lo más grave es que, ante algún accidente que ocurra dentro de la escuela, una ambulancia no puede acceder al lugar; ni los chicos pueden efectuar de manera correcta un plan de evacuación de originarse un incendio, cuya cerca también restringe el ingreso de los camiones cisterna en caso de producirse un siniestro.

“La jueza tiene también por acreditado que el  estacionamiento de Comodoro Py está ubicado sobre la calle Letonia que, como tal,  debiera ser abierta y de uso público para todos los habitantes de la ciudad”, cuenta Medina y agrega que la magistrada “pone el foco en el deber que le asiste al jefe de Gobierno porteño de disponer las medidas necesarias para el cumplimiento de las normas de higiene, seguridad y orden público que se encuentran en el artículo 105, inciso 6, de todos los  establecimientos escolares de la ciudad.  Y advierte que los alumnos y el personal docente del Polo Educativo Mugica se encuentran en un grave estado de vulnerabilidad por el ilegítimo accionar del Gobierno al instalar la reja que hemos denunciado”.

Obras que no se terminaron

El Polo Educativo Mugica comenzó a construirse en el 2016 y a fines del 2017 el gobierno porteño mudó a las dos escuelas a otro predio por dos años. En el año 2019, una vez construido el Polo, la comunidad escolar volvió a su lugar original pero con el alambrado ya instalado sobre la vereda de la calle Letonia. Los reclamos de las familias que decidieron judicializar el tema no carecen de motivos, al contrario. El polo Mugica fue una escuela inaugurada en medio de un año electoral y nunca tuvo finalización de obra. A los dos meses de inaugurada la escuela, enfrentó su primer diluvio y las instalación cedieron al paso del agua. Las aulas se inundaron y en varias ocasiones hubo desprendimiento de cielo raso. A los pocos meses sufrieron otra inundación y en octubre de 2019, cuatro meses después de haber sido inaugurado el edificio, se prendió fuego un aula. En aquella ocasión, el fuego se inició por una falla eléctrica. Tras la seguidilla de estas situaciones, el siniestro ocurrido, y la falta de respuesta por parte de las autoridades gubernamentales, la preocupación de las familias se acrecentó con el tiempo. El edificio del Polo Mugica cuenta con 21.700m2, de llegar a producirse un siniestro grande en el lugar el proceso de evacuación tendría varios obstáculos en el camino.