Ayer por la mañana, cerca de mil personas peregrinaron al Hospital Posadas para vacunarse contra la fiebre amarilla. La demanda de la dosis creció luego de que se conociera que aumentó la cantidad de casos en Brasil. Los visitantes –y futuros turistas– se cruzaron con los trabajadores del hospital que desde el lunes reclaman contra los 122 despidos y el ajuste en el centro asistencial. La medida de fuerza fue tomada en una asamblea que estuvo rodeada de una fuerte presencia policial.