Durante varios años los hospitales públicos porteños no fueron auditados por el organismo de control. La última revisión data del 2014, últimos dos años de gestión de Mauricio Macri como intendente porteño. Este dato no es menor, dado que durante las dos administraciones de Rodríguez Larreta, recién el año pasado se relevaron los servicios de guardia de los hospitales Durand, Santojanni, Argerich y Fernández, durante el transcurso del primer año de la pandemia.

El informe, aprobado en abril del año pasado, deja en evidencia muchas falencias que se repiten en los nosocomios relevados, y que pueden separarse en cinco grandes ítems: falta de espacios adecuados de descanso para el personal de salud, sobrecarga laboral en enfermería, carencia de personal administrativo, falta de limpieza, y falta de mantenimiento en baños, salas de espera, y en áreas de descanso para profesionales. En el documento, las y los auditores señalan que el cuidado, arreglo y preservación de estos espacios debe realizarse para “garantizar la seguridad y estándares de calidad”.

En el Hospital Santojanni, cuentan con una sola persona a cargo del arreglo de la maquinaria  médica. El jefe del departamento de Equipamiento Mobiliario de ese nosocomio, afirmó que el tomógrafo se rompe seguido, y que para su reparación solo cuentan con un bioingeniero. Además, al momento de la auditoría de los dos electrocardiógrafos con los que cuenta el Santojanni, uno no funcionaba hace 6 meses; También un ecógrafo no podía utilizarse por fallas técnicas; falta de camillas, sillas de ruedas y tubos de oxígeno; y carencia de computadoras dentro de las áreas médicas.

En el Hospital Argerich, las observaciones de la auditoría focalizaron en las falencias en el sector administrativo que funciona en la guardia, generando conflictos para fijar procedimientos y en las rutinas del trabajo diario, perjudicando el control interno y la eficiencia de la gestión. Respecto al equipamiento médico, contaba con un ecógrafo averiado, que fue reemplazado temporalmente por un equipo de la Unidad de Terapia Intensiva.

El informe destaca que el Hospital Fernández no posee consultorio específico para tratar a pacientes con problemas mentales, y especificó la necesidad de incrementar la dotación de personal y especialización de profesionales y técnicos.

Respecto al Hospital Durand, el informe señala que el edificio presentó deterioro tanto en las salas de observación de pacientes como en los dormitorios médicos, y que, al momento de la auditoría, no cuenta con ventilación en los espacios.

Nada cambió en los últimos años

En la auditoría realizada en 2014, el informe señaló varias falencias como proporciones elevadas de profesionales suplentes respecto a los titulares; y guardias externas que no cuentan con profesionales médicos designados en las especialidades de Hemoterapia, Radiología y Toxicología. Al mismo tiempo se comparó el registro estadístico de las principales consultas realizadas por los pacientes: Clínica Médica, que ocupa el primer lugar; en segundo Pediatría; y tercero, Traumatología. En los casos del Hospital Santojanni y el Hospital Argerich las consultas de Orientación representan el tercer y el segundo lugar en importancia. Esto pone de manifiesto que el servicio de orientación es relevante en cuanto a la distribución de recursos y requerimientos de los servicios de Guardia y, por lo tanto, debería ser tomado en cuenta para ser incluido en la estadística ya que representa el flujo de la demanda y la optimización de los recursos brindados.

En líneas generales

El informe comprobó la falta de simulacros de evacuación y actividades de capacitación respecto a lo que señala la Ley 5920/1724, que ordena que todos los establecimientos con afluencia de público deben contar con un sistema de autoprotección para prevenir y controlar riesgos sobre las personas y los bienes, de manera de poder proporcionar una respuesta adecuada ante una emergencia. Otro factor importante señalado en todos los establecimientos hospitalarios, fue la falta de homogeneidad en la carga de información de los pacientes. Se encontraron registros generados como “Paciente”, cargando allí el recorrido total de la persona en el establecimiento; y otros como “Consulta”, generando un nuevo ingreso por cada paso de la persona por las especialidades. Estas situaciones generan dificultades para calcular la demanda real en cada uno de los sectores, para conocer realmente dónde es necesario reforzar la cantidad de profesionales, o qué aspectos mejorar en los procesos de atención.