En un fallo sin precedentes, la justicia de Mar del Plata ordenó que el cannabis secuestrado en un procedimiento policial vaya a la Universidad Nacional de esa ciudad, para ser destinarlo al estudio y la investigación del aceite terapéutico.
Las plantas y cogollos habían sido secuestrados en marzo, durante el allanamiento de una vivienda en el barrio Florencio Sánchez, cuando buscaban a un prófugo vinculado a un homicidio. Al ingresar al domicilio las fuerzas de seguridad se encontraron con que había más viviendas internas y en los fondos de una de ellas encontraron marihuana. Se apoderaron de una bolsa con hojas de cannabis sativa, cinco frascos de vidrio con cogollo y siete plantas de la misma especie.
El juez de garantías, Saúl Errandonea, a partir del pedido del fiscal Leandro Favaro, sobreseyó a la mujer (Marina Cejas) que poseía el cannabis, con el que elaboraba aceite en su casa para suministrárselo a su hijo de 6 años, que padece un trastorno, y sus médicos estaban al tanto. El juez además hizo lugar al planteo de que entre quemar lo secuestrado o entregarlo para fines científicos, no había dudas. Y si bien no se lo devolvió a la mujer porque “se contrapone al marco legal establecido, dado el carácter de sustancia prohibida que ostenta la cannabis”, ordenó que el material decomisado sea remitido al Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Mar del Plata, para que sea utilizado en el proyecto “Estudio sobre las propiedades del aceite medicinal de cannabis y sus componentes”.
Si bien la cantidad es relativamente baja, abre la jurisprudencia para futuras cesiones de material cannábico para fines científicos, en vistas a la elaboración pública de aceite terapéutico. “La Anmat nos permite manipular el cannabis pero la ley no nos habilita. Entonces esta medida es muy importante”, expresó al diario La Capital la doctora Cristina Ramírez, farmacéutica y doctora en química, investigadora de Conicet y profesora de farmacología y toxicología en la Facultad de Exactas de Mar del Plata. Y agregó: “La ley dice que los investigadores del Conicet podemos trabajar con cannabis para investigar, pero no nos dicen la forma de acceder. Podemos usarlo pero no podemos usar material de la calle o tener una planta aunque no podemos acceder a la semilla. Lo triste es que hace dos años tenemos la posibilidad de presentar un producto estandarizado con calidad farmacológica y farmacotécnica”.