Un suero terapéutico para tratar pacientes infectados con Covid-19 desarrollado en la Argentina mostró en pruebas in vitro que es capaz de neutralizar el virus SARS-CoV-2. Se trata del fruto de una investigación que articula recursos públicos y privados, enmarcada dentro de las acciones que llevan adelante el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT), el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, a través de la «Unidad Coronavirus Covid-19».

Se trata de un suero hiperinmune para inmunización pasiva contra el nuevo coronavirus, desarrollado por un consorcio de científicos que encabezan el laboratorio Inmunova y el Instituto Biológico Argentino (BIOL), la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (ANLIS), con la colaboración de la Fundación Instituto Leloir, Mabxience, el CONICET y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Con prometedores resultados in vitro, desde Inmunova anunciaron que en breve iniciarán la fase de ensayos clínicos en pacientes.

¿Qué es la inmunización pasiva?

Consiste en administrar anticuerpos a los pacientes contra el agente infeccioso, produciendo su bloqueo y evitando que el virus se propague. De ese modo actúa el suero hiperinmune, similar a los que se usan para tratar el envenenamiento por picaduras de serpientes y alacranes, intoxicaciones por toxina tetánica, exposición al virus de la rabia e infecciones como la influenza aviar.

“A diferencia de las vacunas (inmunización activa), que permiten que una persona genere preventivamente sus propios anticuerpos contra determinados patógenos, el suero terapéutico introduce desde afuera anticuerpos que pueden actuar rápidamente en un paciente que ya está infectado. Cuando nos cortamos con un alambre, por ejemplo, lo primero que hacen en darnos un suero antitetánico y luego la vacuna”, explica Fernando Goldbaum, investigador del CONICET en el Centro de Rediseño e Ingeniería en Proteínas (CRIP) de la UNSAM, y socio-fundador y director científico de Inmunova.

Dada la emergencia de la pandemia, la inmunoterapia pasiva es una de las estrategias terapéuticas más prometedoras que se están investigando en el mundo, para disminuir el impacto y la letalidad del nuevo coronavirus.

El suero anti-Covid-19 se plantea como un tratamiento para pacientes con diagnóstico de la infección, a ser administrado en las primeras etapas de la enfermedad. En su desarrollo se utilizó como antígeno una proteína recombinante del virus, para obtener anticuerpos policlonales. El suero producido contiene gran cantidad de estos anticuerpos con capacidad neutralizante, es decir, que podría evitar que el virus ingrese a las células que es donde se multiplica.

Para desarrollar este suero terapéutico, el laboratorio Inmunova y el ANLIS-Malbrán aislaron el virus y midieron la capacidad del suero de neutralizarlo, mientras los investigadores de la Fundación Instituto Leloir, Mabxience, el CONICET y la UNSAM desarrollaban la cantidad suficiente de proteína recombinante para realizar las pruebas.

Con varias décadas de experiencia en la producción de sueros hiperinmunes a nivel nacional e internacional, BIOL desarrolló los lotes de ingeniería del suero para las pruebas pre-clínicas y clínicas, cumpliendo con las normas de Buenas Prácticas de Manufactura para productos farmacéuticos. En su clínica también se podrá producir el suero para cubrir las necesidades de todo el país.

Inmunova es una empresa científica incubada en la Fundación Argentina de Nanotecnología, dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y desde hace tiempo viene trabajando hace tiempo en ingeniería de proteínas recombinantes, anticuerpos e investigación de sueros hiperinmunes.

¿Es la única vía de inmunización pasiva en la que se está trabajando?

19No. Actualmente se está evaluando otro método de inmunización pasiva, que es la aplicación de plasma de convalecientes de Covid-, que contiene los anticuerpos que generaron pacientes que ya se recuperaron de la enfermedad. Si bien a más largo plazo las vacunas serían la estrategia ideal, implican tiempos más extensos de desarrollo y posible disponibilidad.

El suero desarrollado se basa en anticuerpos policlonales equinos, que se obtienen mediante la inyección de una proteína recombinante del SARS-CoV-2 en estos animales, inocua para ellos, que así tienen la capacidad de generar gran cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar el virus.

Una de las principales ventajas del suero con plasma de equinos inmunizados es que posibilita dar una respuesta similar al plasma de pacientes convalecientes, a la vez que permite ser producido a gran escala, es decir, elaborar numerosa cantidad de dosis en corto tiempo para dar respuesta a la pandemia.

Los anticuerpos policlonales equinos se han venido utilizando para la elaboración de medicamentos, atender emergencias médicas como el envenenamiento por mordedura de serpientes, intoxicaciones por toxina tetánica o picadura de alacrán, exposición al virus de la rabia y para tratar enfermedades infecciosas como la influenza aviar.