“Hemos decidido como Proyecto Artigas retirarnos del establecimiento Casa Nueva y continuar la batalla en tribunales. Esta defensa técnica, parcialmente a mi cargo, le ha aconsejado a Dolores la misma actitud. Sin embargo, ella no está dispuesta a dejarse humillar nuevamente. La comprendemos. No la vamos a abandonar. Junto a ella, permanecerá un grupo de mujeres para resguardar sus derechos humanos ante cualquier acción policial o parapolicial que se lleve adelante y así garantizar que las garantías constitucionales de Dolores se respeten. Reiteramos, la decisión no está firme, quedan aún instancias de apelación”.

A través de una carta pública, Juan Grabois confirmó que van a acatar el fallo de la jueza María Carolina Castagno, quien más temprano había ordenado el «reintegro en forma inmediata» de la estancia a los tres hermanos varones de la familia Etchevehere y su madre, pero lamentó que “la justicia no es neutral, que el Ministerio Público Fiscal está totalmente comprado por los Etchevehere, que las instituciones suelen ponerse del lado de los patrones y los poderosos y que el pacto de poder sigue vigente”.

En otro tramo del comunicado, el abogado y militante popular reconoce que el veredicto de la justicia les “duele por Dolores, víctima emblemática de violencia de género intrafamiliar e institucional” y también por “los pequeños productores, campesinos, agricultores y ambientalistas que soñaban con un proyecto agroecológico y resistieron heroicamente la violencia de la patota de los Etchevehere”.

Grabois también destacó que “No es casual que este mismo día se haya realizado de manera intempestiva un desalojo represivo y violento sobre las tierras de Guernica” e insistió con las sucesivas victorias de los poderes económicos frente a cualquier intento de los de abajo por restablecer cierto equilibrio en una sociedad criminalmente desigual y excluyente”.

En la carta también recuerda cómo fueron los últimos días en los alrededores de la estancia ubicada en la localidad de La Paz, en Entre Ríos: “El poder de la ruralidad rica estableció un piquete paquete frente a la tranquera impidiendo la circulación, piquete que tuvo el apoyo presencial de reputados dirigentes de Alianza Cambiemos y el apoyo institucional del Auditor General de la Nación (en referencia a Miguel Ángel Pichetto). Así, el clan Etchevehere dio una clase magistral de poder, imponiéndose a un estado pusilánime que nunca se les anima a las elites, pero que no duda en reprimir a los pobres”.

Por último, le solicitó al presidente Alberto Fernández, al gobernador Gustavo Bordet y a su par bonaerense Axel Kicillof que “dejen de ceder ante el poder fáctico. Ese mismo poder es el que desestabiliza política y económicamente la Argentina. Las recurrentes concesiones no van a calmarlos. Son vorazmente ambiciosos, quieren todo para ellos solos. Hay que ponerles un freno. Por dar un solo ejemplo, hoy los Etchevehere corruptos siguen usurpando las tierras de la Escuela Agrotécnica: ¿no hay para esos niños una ´restitución inmediata´?”