Devastada. Así se encuentra una de las zonas más tranquilas y armoniosas del barrio de Colegiales; características que desaparecieron con el avance de las obras en un pulmón de manzana que, ante cada precipitación, funciona como un terreno de absorción del agua e impide que la zona se inunde.

Luego de la modificación del Código de Planeamiento Urbano, el gobierno porteño dio vía libre a la venta de terrenos en diferentes barrios, al mismo tiempo que empezaron a generar los permisos de obras en tierras públicas. En Colegiales, una zona de casas bajas, habilitaron la construcción en altura con mayor cantidad de metros. La empresa constructora GP GARDEN SRL, hace meses que avanza en la edificación de una torre de 24 metros de altura y dos subsuelos en la calle Gregoria Pérez al 3424/3434  casi esquina Delgado. En las últimas semanas, la constructora llevó adelante lo que podría denominarse una verdadera “deforestación barrial”, donde construirá la obra edilicia de 3.441,37 metros cuadrados, que se verán representados en 7 pisos con un total de 30 departamentos.

Para llevar adelante el emprendimiento inmobiliario talaron de raíz árboles y varias especies vegetales. “Es preocupante porque esta gente piensa construir hasta el fondo del pulmón de manzana que son 50 metros y está prohibido, sin embargo ellos argumentan que es legal porque el código ahora los autoriza y buscan las artimañas suficientes para hacerlo. En el fondo del terreno ya talaron un árbol de los dos que había, que tenían la función de oxigenar el pulmón; cementar todo eso va a hacer que la tierra ya no absorba el agua cada vez que llueva”, señala a Tiempo Fabiana, integrante del colectivo de vecinas y vecinos Colegiales en Acción y Colegiales Participa y Decide.

El plan de obra incluye al menos dos bloques: el de adelante estará compuesto por dos semipisos y el de atrás -que se construirá sobre el pulmón de manzana- se levantará la torre de siete pisos, integrada por 3 o 4 departamentos cada uno. El barrio es una zona de casas bajas y la gran mayoría viviendas antiguas que fueron refaccionadas. Los vecinos temen que al excavar para construir los dos semipisos, muchas de ellas sufran rajaduras y diferentes consecuencias en la infraestructura. “Para realizar esa obra se necesita un tipo de excavación y cuidado que la empresa ya demostró que no es capaz de garantizarlos. Ya se les cayó un andamio en la mitad de la calle cuando trajeron una topadora que está prohibida en construcciones urbanas. Es increíble que en esta zona hayan habilitado semejante obra que puede provocar el deterioro de las casas linderas”, agrega Fabiana.

A grandes rasgos, una vez terminada la obra, el edificio estará habilitado para que vivan alrededor de cuatro o cinco familias por piso, lo que estiman aproximadamente un centenar de personas más, tomando como ejemplo a una familia tipo. Esto implicaría el colapso de servicios respecto a la luz y el agua, que se sumarían a la situación de emergencia actual por la que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires.

Una empresa que hostiga y denuncia a vecinos

En septiembre del año pasado, Tiempo se hizo eco de la situación y dio a conocer la inquietud de vecinas y vecinos de Colegiales, luego de una denuncia penal que realizó la empresa GP GARDEN SRL contra uno de ellos. Isaac Diego Cohen, socio gerente de la firma, fue el responsable de presentar la medida judicial sobre una vecina que se opuso al avance de la obra en cuestión. En la presentación, la empresa argumentaba supuestos “delitos de daños a la propiedad, amenazas, acosos e intimidaciones reiterados en banda y con planificación previa”; ya que los vecinos plantaron un árbol donde la empresa arrancó otro de raíz; pegaron afiches con las consignas: “No a las Torres en Colegiales y No a los edificios de Altura”; y colgaron tres pasacalles en las inmediaciones del lugar. Semanas más tarde, “la denuncia no la siguieron porque era infundada y vieron el ruido que se generó por la difusión mediática que tuvo el hecho”, cuenta Fabiana.

Las torres que pretende levantar Larreta en 2022

Una de las torres se construirá en Campichuelo 644, del barrio de Caballito, en una parcela de 2.135 metros cuadrados donde funcionaba un centro médico privado. La otra en Amenábar 1501, esquina Virrey Olaguer y Feliú, en el barrio de Colegiales, sobre una parcela de casi 600 metros cuadrados; en este caso, el nuevo edificio alcanzará los 53,8 metros de altura. Otro proyecto es el de la calle Lafinur 3126, en Palermo, en un predio de 1.590 metros cuadrados donde actualmente hay una casa abandonada de planta baja y un solo piso, y la nueva torre será de 60 metros. Edificará otra torre de 51 metros de altura en avenida Del Libertador 5723, esquina La Pampa, en Belgrano, en un terreno de 1.558 metros cuadrados donde funcionó un complejo de canchas de fútbol. En Arcos 1865, también Belgrano, en una parcela de 700 metros cuadrados, se prevé levantar una torre de 71 metros. Por otro lado, en el barrio de Núñez, sobre la calle Arcos al 3631, esquina Crisólogo Larralde, se construirá una torre de 65 metros. En el barrio de San Cristóbal, en un terreno ubicado en la avenida San Juan al 2502, esquina Alberti, donde hay una construcción baja abandonada, se proyecta una torre vidriada de 74 metros de altura. En la avenida Corrientes 5761, en Villa Crespo, sobre una parcela de 1.071 metros cuadrados, actualmente un terreno baldío, se construirá un edificio de 72 metros. Entre otras tantas torres que serán levantadas en la zona norte de la Ciudad.