A un lado, una de las entradas principales al parque y un terreno que funciona como estacionamiento. Al otro, decenas de maratonistas que en su andar unen las calles, donde cada fin de semana, cientos de puestos le ponen color a la feria del Centenario. Mientras el deambular y el trote de muchos que pasan velozmente por el lugar ignoran lo que ocurre, el Hospital Naval es testigo directo del avance de las excavadoras que remueven toda la tierra a su paso. Hace 45 días, más de 150 vecinos y vecinas del barrio de Caballito, resisten la avanzada del gobierno de la Ciudad sobre el potrero que, desde hace más de 100 años, es el punto encuentro de quienes viven en la zona y disfrutan de ese espacio.

Gracias a la insistencia de los vecinos, las excavadoras todavía no pudieron ingresar a la canchita de fútbol, pero avanzan con la pavimentación de los terrenos linderos. La empresa privada que ganó la licitación para la obra es Algieri S.A., una firma que realizó la polémica peatonalización de la Avenida Corrientes, y obras similares en Plaza Lavalle. “Las máquinas están cada vez más cerca pero no les permitimos el paso y la canchita todavía no la tocaron. El gobierno nos dice que van a dejar postas aeróbicas, una cancha de papi fútbol, pero lo más probable es que sea la continuación del estacionamiento que está al lado del portero. Porque hace 10 años pusieron arcos y nunca fue una cancha, en este momento hay más 50 autos estacionados”, detalla a Tiempo Matías García, uno de los vecinos de Caballito que resiste en el lugar.

Todo comenzó a mediados de agosto cuando sorpresivamente aparecieron varias excavadoras y comenzaron a remover la tierra de ese espacio. Muchos vecinos sorprendidos con el accionar, se vieron obligados a organizarse para impedir que sigan realizando esas tareas. En el lugar no hay ningún anuncio de obra, aunque las máquinas se mueven libremente y varios de los oficiales de la policía de la Ciudad que a diario patrullan la zona, tampoco fueron informados sobre la misma. “Pasó algo muy interesante, los policías que cuidan el parque tienen hijos y sobrinos que vienen a jugar a la pelota porque son del barrio, y hablamos con ellos porque tenemos muy buena relación y no podían creer que iban a pavimentar esto. Acá nunca vino la policía a querer sacarnos. Una sola vez se acercó el comisario, le explicamos la situación y no podía creer tampoco lo que estaban haciendo”, agrega Matías.

Los vecinos se reunieron en dos ocasiones con el presidente comunal, Federico Ballán, que ignoró todas las propuestas alternativas que le acercaron para evitar que pavimenten la cancha y que destruyan ese espacio público. El diálogo y las expresiones de Ballán fueron cortantes y con malos modales: “Acá vamos a poner cemento”, respondió cada vez que los vecinos y vecinas intentaron pedir explicaciones y acercar sus iniciativas. Por este tema, presentaron una medida cautelar que cayó en el Juzgado Contencioso, Administrativo y Tributario Nº 17. La justicia pidió detalles al ejecutivo porteño. El abogado Norberto Horacio Rodríguez, en representación del municipio, presentó un escrito donde señala que la obra “consistente en generar dos áreas: una deportiva recreativa y otra que además de contar con postas aeróbicas, permite otros usos vinculados al sosiego (…) a fin de asegurar las necesarias condiciones de seguridad, se la delimitará con un cerramiento de malla galvanizada, dotado de un portón de dos hojas. El área restante, además de contar con un sector destinado a postas aeróbicas tipo barras, ofrecerá una superficie libre para otros usos, tales como asoleamiento, descanso y socialización. Dicha área tendrá un solado intertrabado de piezas de hormigón”.

En el documento que tiene 22 carillas, afirman que la obra cuesta seis millones de pesos, que ya le pagaron a la empresa el 50% y que van a continuar con la pavimentación de todo el lugar y, además, solicitaron que dejen de enviar cartas al gobierno sobre este tema. Si bien el ejecutivo porteño se niega a recibir a los vecinos y cualquier tipo de reclamo sobre la obra, cuando el Jefe de Gobierno porteño inauguró un local de Juntos en Caballito, ubicado en la calle San José de Calasanz al 200, varios vecinos se acercaron y le entregaron un petitorio con más de 4.500 firmas donde solicitaban el cese de la pavimentación en el potrero. “En el lugar estaba con Federico Ballán, lo abordamos con mucho respeto, mientras se sacaba fotos y posaba para las cámaras, le entregamos las firmas y se fue”, remata García

No queremos que nos quiten el potrero

Es el reclamo de quienes a diario, después de la escuela y cada fin de semana, disfrutan de ese espacio público del Parque Centenario. Fede tiene 15 años y juega en este lugar desde los 6. “Siempre armamos partidos con mi papá y con amigos que a algunos los conozco desde el jardín”, señala en diálogo con Tiempo. “Esta canchita la cuidamos entre todos los que jugamos y cuando llueve y se llena de agua tratamos de no pisarla algunos días para que no quede tan mal cuando el agua se vaya”. Su papá es uno de los tantos vecinos que hace 45 días resisten el avance de la pavimentación. “Hace 32 años que vivo acá y cada fin de semana éste es nuestro lugar y el de miles de pibes y pibas, ya que se juega mucho fútbol femenino y muchas veces partidos entre chicas y chicos ¿Cómo nos van a sacar esto?”, se pregunta. “No queremos que nos quiten el potrero”, exclamó.