«Quise lanzar este plan aquí –el propósito es extenderlo al interior del país– porque Rosario lo está necesitando y por eso quisimos empezar por esta ciudad», dijo este martes el presidente Alberto Fernández, y no es casual que haya elegido ir a Santa Fe y a esa ciudad para lanzar el programa Detectar Federal.

Si bien la provincia duplicó la disponibilidad de camas críticas –en parte gracias a la decisión de federalizar la provisión de los equipos–, las 992 que tiene hoy están cerca de colapsar, particularmente en Rosario y todo el sur santafesino. Hubo un acuerdo en estos días con clínicas privadas por el que se sumarán otras 32 unidades de terapia intensiva, pero el aumento de los nuevos casos no da respiro al sistema de salud provincial.

Este lunes, el índice clave que es el nivel de ocupación de esas camas registró su pico máximo en Rosario. Según Roberto Villavicencio, titular de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, llegó al 96 por ciento. Siete de cada diez de esas camas están ocupadas por pacientes con Covid-19, y el resto por personas que cursan otras patologías graves.

Esto significa que en toda la ciudad quedan libres entre 12 y 16 unidades de terapia intensiva, en una situación en la que los egresos de pacientes Covid (una enfermedad cuya característica es el tiempo prolongado de internación que demanda) se están dando a una velocidad mucho menor que los ingresos.

En rigor, el Detectar ya estaba funcionando en la provincia, pero esta nueva fase del programa tiene que ver con la actual etapa de irradiación de la pandemia fuera del AMBA, con curvas que parecen amesetarse en la Ciudad y el Conurbano pero que en las últimas semanas crecieron exponencialmente en varias provincias, sobre todo Córdoba y Santa Fe.

Su particularidad será la utilización de testeos rápidos, y la escala del programa de detección que se desplegará en los distritos del interior más complicados. Supone el envío de 11.115 agentes, voluntarios y trabajadores coordinados por el Estado Nacional para realizar el trabajo territorial; 800 mil tests de antígenos; y transferencias adicionales por 10.000 millones de pesos.

Si hace dos meses, el 90% de los nuevos casos se registraban en el AMBA, ese mapa ha cambiado drásticamente, y hoy el 65% de los nuevos contagios se dan fuera del Área Metropolitana.

Por lo tanto, el objetivo del gobierno nacional es triplicar la cantidad de testeos de Covid-19 en todo el país, lo que supone que en los próximos meses se realizarán unas 100 mil pruebas diarias. La idea es implementar una detección temprana y a gran escala que permita aislar a los contagiados e identificar a sus contactos estrechos con mayor antelación, condición central para disminuir la tasa de transmisión y desacelerar la curva de nuevos casos.

Esta estrategia de búsqueda activa de casos sospechosos, con tests rápidos de antígenos que arrojan resultados en 15 minutos, se complementará con un abordaje territorial que busca garantizar el aislamiento oportuno de los positivos y el seguimiento de sus contactos estrechos por 14 días, junto al acompañamiento sociosanitario de las familias afectadas.

En principio, se testeará a personas con síntomas compatibles con la Covid-19 hasta el día 7 del inicio de los síntomas. En Rosario, la base operativa del plan se desplegó en el Parque Independencia y hubo además un primer trabajo de búsqueda puerta a puerta en el barrio Libertad, donde vive una comunidad qom. Fue el primer paso de un despliegue territorial que obedecerá a los criterios epidemiológicos que vayan definiendo el mapa del coronavirus en la ciudad. Idéntica estrategia se seguirá en Córdoba en los próximos días.

Dos camiones sanitarios están afectados al plan en Rosario, uno de Gendarmería Nacional y otro de la Policía Federal, dispuestos como un laboratorio bioquímico para la realización de los tests rápidos.

Durante el acto de presentación del programa, y acompañado por el ministro de Salud, Ginés González García; el gobernador santafesino, Omar Perotti; y los intendentes de Rosario, Pablo Javkin; y de Santa Fe, Emilio Jatón; Fernández explicó que eligieron Rosario porque es la ciudad hacia donde «más irradió el AMBA» los contagios. «Tenemos que encarar este tiempo como encaramos la pandemia al comienzo: unidos y sin distinciones políticas, porque lo que nos están reclamando los santafesinos es que trabajemos por ellos para preservarles la vida y la atención medica que necesitan», dijo el presidente.