El domingo pasado Tiempo publicó el hacinamiento y las condiciones paupérrimas a las que asisten a clases miles de alumnos de la Ciudad de Buenos Aires, y en especial detalló la situación de la Escuela N° 25 «Bandera Argentina». Dos días después de publicada la nota, la jueza María Rosa Cilurzo, del Juzgado N° 22 de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario, notificó a las partes que la Ministra Soledad Acuña fue multada con 1500 pesos diarios, hasta tanto no ponga en condiciones en lugar. La Escuela se encuentra en pésimas condiciones edilicias y de seguridad desde el preciso momento en que fueron trasladados los alumnos a ese lugar, hace ya un año y medio.

Esta medida, que necesita una sentencia firme, marca jurisprudencia en el distrito y responsabiliza de manera directa a la titular de Educación, que desoyó durante más de un año a la comunidad educativa de Retiro, y se desentendió del tema. Tiempo dialogó con la abogada que llevó adelante la causa, Gabriela Vestel, que integra la Asociación Civil Nace Un Derecho, quien remarcó la importancia de la lucha de las familias que nunca bajaron los brazos y denunciaron estos atropellos contra sus hijos e hijas y que pese a la victoria obtenida con el fallo resaltó su inconformidad: “Mil quinientos pesos por día son 45 mil pesos mensuales, lo que significa que dividido por 600 chicos que van a la escuela, la ministra sólo tiene que pagar 75 pesos por mes por cada chico. Me parece que las multas no están a la altura de las faltas cometidas por los dirigentes”.

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Otra de las críticas contundentes es la falta de celeridad de la justicia sobre este tema, ya que “las familias vienen denunciando esto hace prácticamente un año y medio”.

El fallo es contundente y señala la desidia del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para poner en condiciones la infraestructura de lugar, lo que pudo haber provocado varios accidentes. Por ejemplo, resalta la urgencia en la “protección y cierre de manera adecuada con material ignífugo de la totalidad de las áreas donde existan materiales de construcción (…) así como la totalidad de las áreas que no se encuentren habilitadas para el uso escolar”.

El lugar donde los chicos realizaban actividad física conocido como “cancha 9” también se encuentra en condiciones deplorables: “Dicho predio”, resalta el fallo, “no presentaba las condiciones necesarias y concretas de seguridad, higiene, dotación docente, traslado de los alumnos y correcta delimitación espacial”.