Un manto de hermetismo envuelve la implementación de la Universidad de la Ciudad –la UniCABA–, luego de su polémica sanción, en noviembre de 2018, por el oficialismo porteño en la Legislatura. En medio de esta incertidumbre, el conjunto de los profesorados de formación docente ve lejanas las promesas del Ejecutivo local que, a fines del año pasado, había sostenido que «la UniCABA no va a competir ni a cerrar los profesorados». Rectoras y rectores de estos institutos están preocupados por el progreso sombrío del nuevo organismo educativo, ya que la única vez que fueron llamados por el Ministerio de Educación de la Ciudad para dialogar sobre este tema fue en diciembre de 2019. En aquella ocasión les prometieron que serían convocados en varias oportunidades para coordinar un trabajo conjunto y elaborar los planes de estudio. Lo cierto es que nunca más fueron citados, tampoco por videoconferencia, y la cartera educativa ultima los detalles para presentar el proyecto integral de la UniCABA para su aprobación definitiva. “Se elaboró el proyecto de la Universidad de la Ciudad y se están terminando de definir algunos detalles antes de enviarlo a la Secretaría de Políticas Universitarias”, dijo a Tiempo el rector de la UniCABA, Mariano Palamidessi.

El funcionario porteño reconoció que “el contexto de la cuarentena demoró un poco un proceso que estaba previsto cerrarse durante el primer semestre”, y al ser consultado sobre el contenido parcial del proyecto, sostuvo: “No puedo dar definiciones antes de la presentación pública”.

A esta situación incierta que genera el Ministerio de Educación porteño se suma que la cartera educativa dividió la supervisión de los profesorados en diferentes dispositivos de control. En marzo de 2019, el Gobierno de la Ciudad segmentó por decreto la Dirección General de Educación Superior en dos partes: la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente –UCSFD–, que vigila y evalúa el funcionamiento de sólo seis profesorados de gestión estatal, cuyo titular era el propio Palamidessi; y la Dirección General de Escuelas Normales Superiores y Artísticas –DGENSyA–, que preside Magdalena La Montagna y patrulla el accionar de 15 profesorados. “En aquel momento no entendíamos cuál era el motivo de esta división, pero inmediatamente comprendimos que el objetivo principal del gobierno porteño es desunir la lucha en conjunto de los profesorados, y dejarle libre el camino a la UniCABA”, afirma Estela Fernández, rectora del Instituto de Educación Superior Juan B. Justo y presidenta del Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal –CESGE–, organismo conformado por todas las y los rectores de los profesorados.

“En diciembre, Palamidessi convocó al CESGE por primera vez, y nos dijo que íbamos a trabajar todos juntos de manera coordinada, que iba a haber muchos más encuentros, que nos iban a volver a llamar para sistematizar los planes de estudio y que habría más trabajo. En febrero de este año nos enteramos de que lo habían designado rector de la UniCABA, y nunca más nos convocó; desde entonces hay un silencio total”, puntualiza Fernández.

El CESGE pide hace meses un encuentro formal con los titulares de la UCSFD y la DGENSyA, para que citen a todos los profesorados juntos, pero, como sospechaban, los convocó una sola unidad. “Organizan reuniones por separado. Están intentando desarticular el trabajo conjunto de los profesorados”, termina la titular del CESGE.

“Todo indica que el gobierno porteño tiene la intención de manejar la UniCABA como si fuera una dirección de estudios de la Secretaría de Educación”, acusa Marcelo Creta, secretario de Asuntos Universitarios de UTE-CTERA Capital. “Si la UniCABA quiere tener definitivamente las acreditaciones de la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), va a tener que ser autónoma. Hay uno o dos años de normalización y después debería ir hacia un cogobierno, donde participen los consejos de estudiantes, los de graduados y profesores, pero no hay ninguna intención del Ejecutivo porteño de que tenga autarquía, como indica la ley”.

La preocupación de las y los alumnos

La desaparición de la Dirección General de Educación Superior que dirigía Marcela Pelanda es clave, y con esta división el Ministerio de Educación muestra cómo va a trabajar con los profesorados en el nivel superior, una vez puesta en marcha la UniCABA. La incertidumbre de los rectores es compartida por las y los alumnos. “No nos dan ninguna información sobre la UniCABA. Hay muy pocas certezas sobre cómo va funcionar ese organismo. Ya a principios de año se armó mucho revuelo producto de la no apertura de los postítulos de Educación Sexual Integral (ESI) en los profesorados. Esto nos da un indicio de cómo va a operar, creemos que viene por ahí”, advierte Alejandra Fernández, vicepresidenta del Centro de Estudiantes del ISEF N° 2 Federico W. Dickens.

Mariano Romano, que presidió el Centro de Estudiantes del Joaquín V. González durante el conflicto generado por el proyecto UniCABA en 2018, descree que la nueva universidad no vaya a intentar romper con los profesorados. En diálogo con Tiempo, afirma que “hubo un planteo de Mariano Palamidessi, el año pasado, diciendo que la UniCABA sólo iba a dar carreras de posgrados, de formación continua, dando a entender que no iban a competir con los profesorados, pero después dio entrevistas en diferentes medios donde volvió a hablar de la formación docente desde esa universidad. Todo esto nos preocupa mucho. El futuro de los profesorados vuelve a estar en peligro”.