El relevamiento de 2022 sobre la falta de 56.832 vacantes publicado en exclusiva por Tiempo el domingo pasado, expuso en primer plano la crisis educativa que existe en la Ciudad de Buenos Aires, que continúa escondida bajo la alfombra por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y sus medios aliados. “¿Qué explicación existe para haber llegado a los casi 57 mil pibes sin vacantes en escuelas porteñas?”, cuestionaron durante la semana familias y docentes de la comunidad educativa, sin obtener respuesta del Ejecutivo, que niega el problema.

El eje central que explica este déficit crónico característico de la gestión educativa del macrismo es la falta de infraestructura escolar: a pesar de lo publicitado, el Ejecutivo porteño no construye nuevos colegios ni incorpora más aulas a las ya existentes. Este proceso termina desnudándose con un dato clave: en los últimos tres años, cuando más se podía aprovechar a construir establecimientos ante el aislamiento obligatorio por la pandemia, y sabiendo la mayor demanda que estaba produciéndose en el sector público a causa del aumento de los costos en los privados, no se generó ni una sola nueva vacante en la Ciudad.

Tomando solamente la información oficial de CABA, en los últimos 9 años de administración Pro (2013-2022), generaron apenas 4816 vacantes en nivel inicial: un promedio de 535 por año. Una cifra escasa que solo cubre el 21% de quienes quedaron excluidos éste año en ese sector: de acuerdo a los datos relevados por Tiempo hubo 41.611 vacantes solicitadas para niñas y niños de 45 días a 5 años de edad en 2022, y el sistema online asignó apenas 19.416. “Según la información oficial, del 2013 al 2022 el Gobierno de la Ciudad construyó soló 28 escuelas, esto escapa, y mucho, a las 54 que dijo Larreta que había construido en su gestión. Esos nuevos edificios generaron 4.800 vacantes. Pero hay que tener en cuenta que la última escuela nueva se terminó en 2020, que en los últimos dos años no levantaron ningún edificio y que para este año no tienen proyectado ninguno tampoco”,  confirma a este diario Francisco Rodríguez Abinal, abogado y coordinador del programa Derechos Sociales de la Niñez de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), dejando entrever un aspecto troncal de la gestión actual: que en estos tres años la CABA no generará ninguna  nueva vacante.

En el 2006, ACIJ inició un reclamo ante la justicia porteña para que el Gobierno de la Ciudad informara sobre cuál era la realidad de la carencia de vacantes en el nivel inicial. Recién en 2013 tuvo sentencia favorable y la ONG junto con el Ministerio de Educación porteño, formalizaron un acuerdo por el cual la cartera educativa se comprometía a informar la falta de vacantes en el nivel inicial, desde los 45 días de vida a los cinco años.

“Es aquí donde el Gobierno de la Ciudad reconoce que ellos están obligados a brindar una vacantes desde los 45 días de vida como lo ordena la Constitución de la Ciudad, que es muy distinto a lo que dicen en los medios”, agrega Rodríguez Abinal. Ese mismo argumento volvió a exponer Larreta esta semana cuando fue indagado por los casi 57 chicos y chicas que no consiguieron lugar este año en el sistema educativo porteño. Sostuvo que ellos cumplen con la Constitución dando vacante de 4 años en adelante, lo que es una falacia en dos aspectos: hay pibes mayores a esa edad que no consiguieron un lugar, y la Constitución porteña es clara en que a partir de los 45 días todo aquél que pida, debe recibir una vacante.

Más allá de las cifras oficiales, en 2019 la jueza porteña Elena Liberatori tomó declaración indagatoria a cada uno de los supervisores escolares para consultarles sobre las nuevas escuelas. La magistrada determinó en ese momento que las nuevas vacantes generadas por la administración de Larreta no llegaban a ser el equivalente de cinco escuelas en total.

La información sobre falta de vacantes en el nivel inicial que envía cada año el gobierno porteño a ACIJ no discrimina la existente en la sala de lactarios, maternales, ni tampoco en las de 3 a 5 años. “Lo que recibimos son datos opacos que no nos permiten diferenciar la falta de vacantes de 45 días a 3 años, que es el sector más perjudicado”, lamenta el referente de la Asociación. Si bien la crisis de vacantes en la Ciudad se profundizó en los últimos años, ésta nació con la llegada del Pro a la Ciudad y pasó a gran escala a partir de la instauración del sistema online.

El ex ministro de educación porteño, Esteban Bullrich, también intentó instalar la cifra de 50 escuelas que había construido el macrismo desde el 2007 al 2013. Y el entonces subsecretario de Gestión Económica del Ministerio, Javier Regazzoni, dijo en varios medios que, entre 2008 y 2013 la Ciudad había construido 36 escuelas. Lo cierto es que, según información oficial, fueron apenas 33 escuelas nuevas en esos años, de las cuales seis pertenecían a la gestión anterior de (Ibarra-Telerman), otras seis se hicieron con fondos brindados por la presidencia de Cristina Fernández; siete fueron retomadas de trabajos anteriores, y una de ellas fue construida por el Dot Baires Shopping de Saavedra: la escuela infantil Nº3, ubicada en Arias al 3800. Es decir, de 33 escuelas, Macri construyó apenas 13 con recursos propios.

La carencia de vacantes se profundizó en los últimos años. Las cifras del sistema de inscripción a las que tuvo acceso Tiempo en 2018, marcaban 14.852 niñas y niños en lista de espera para el inicio de clases, casi un 42% más que el año anterior. En primaria ocurrió lo mismo: llegó a tener 2179 pibes en lista de espera. Esta cifra debe sumarse a los casi 10 mil niños y niñas que asistían en aquel momento a los Centros de Primera Infancia (CPI), espacios infantiles administrados por el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat que no dependen de la cartera educativa. Ambos guarismos determinan que en 2018 ya había alrededor de 27 mil chicos sin vacantes.

La cifra de niñas y niños en lista de espera fue creciendo año tras año. En 2019 aumentó la demanda en todos los niveles. El relevamiento realizado por Tiempo en ese año alcanzó los 29.700 pibes en lista de espera. En 2020 hubo merma en la cantidad de demandas y la lista de espera apenas se redujo. En 2021, 117 mil estudiantes pidieron lugar entre los tres niveles y 61.200 lo consiguieron. El resto, más de 55 mil, quedó sin vacante asignada, al menos en el inicio de clases (luego el gobierno porteño y las propias escuelas suelen terminar adjudicando de acuerdo a los espacios disponibles); y este año la cifra relevada por Tiempo alcanzó el récord de 56.832 pibes sin vacante.

Año tras año Soledad Acuña se niega a responder los pedidos de informes de la Legislatura que indagan sobre las cifras oficiales de pibes sin vacante. Tampoco contestan los pedidos de acceso a la información pública, y la Auditoría General de CABA ve limitado su accionar. “Nosotros tenemos competencia suficiente para hacer una auditoría externa al sistema de inscripción on line. Pero el colegio de auditores está integrado por cinco integrantes del oficialismo porteño y dos de la oposición, en estos años no hemos logrado aprobar la auditoría sobre la base de datos del sistema de inscripción on line”, se lamenta el auditor general de la Ciudad, Lisandro Teszkiewicz. Y acota: “La comunidad educativa debería insistir con el acceso a la información pública, y si el gobierno no cumple en entregar los datos, pedirle a la justicia que la obtenga”.

El artilugio premeditado de reemplazar jardines por CPI

En 2019, ante el colapso de solicitudes de vacantes en la educación pública, la Ciudad comenzó a derivar a miles de niños y niñas sin vacante a los CPI, que pertenecen a Desarrollo Social y no a Educación, apelando a un recurso de emergencia que se volvió «normal» .

«¿Sabías que inscribiendo a tu hijo o hija de 4 años en uno de los 76 Centros de Primera Infancia de la Ciudad, ya tiene garantizada una vacante para empezar el jardín? Mandá un mensaje por WhatsApp al 11-5050-0147 y enterate de más”, difundían.

«Desde que asumieron en la Ciudad hay una clara intención de que los CPI ocupen el lugar de los jardines de infantes. La precarización educativa que tiene en mente Larreta es solo una arista, de fondo hay todo un plan de ajuste bien clásico del neoliberalismo”, analiza el legislador porteño (mandato cumplido) Patricio Del Corro.

«El plan consiste en bajar la calidad educativa, reemplazar a docentes por plataformas, tender a quitar las especializaciones, y a romper con la organización de la comunidad educativa y los centros de estudiantes; todo eso se puede ver en la UniCABA”, acota.

Desde 2016, Patricio Del Corro y Myriam Bregman vienen presentando varios amparos por la situación de la falta masiva de vacantes. Uno de ellos, el Expte. N°36.966-2016/0, sigue vigente.

La justicia ordenaba a la Ciudad especificar si las supuestas 54 escuelas nuevas son tales, si son obras de mantenimiento, de ampliación y cuántas vacantes reales aportaron. El Ejecutivo porteño, sin embargo, siempre opta por no informar del tema.

El fallo de 2019 que puso en primer plano el problema

El fallo de 2019 de la jueza Elena Liberatori, marcó un antes y un después en la crisis educativa del sistema público de Educación dela Ciudad, y sepultó el discurso de las 54 nuevas escuelas que intentó instalar el gobierno porteño: “Dado que el GCBA no acompañó al expediente un listado de dichos 54 establecimientos nuevos, construidos o en proceso de construcción en el marco de dicho plan ni tampoco detalló cuáles de esos establecimientos son de los niveles de primaria y secundaria, la información resulta así confusa”, advierte la magistrada sobre los datos ambiguos entregados en ese momento por la ministra Soledad Acuña.

Pero Liberatori no se conformó con esto, y profundizó su investigación sobre informes interiores y datos publicados por el Ejecuivo porteño, en contradicción con lo que publicita. “Puede concluirse que las escuelas que el Gobierno indica como ‘nuevas’ de esta gestión serían las mismas escuelas que se vienen mencionando desde el año 2008 como ‘escuelas nuevas’», apuntó.

De esta manera, pudo corroborar que, entre nuevas aulas y salas creadas en distintos establecimientos escolares, las vacantes nuevas de la gestión Larreta no pasarían de ser el equivalente a cinco en total, todas previas a la pandemia. Pero además, la jueza reconoció y subrayó la falta de vacantes, en especial en la zona sur y el barrio de Retiro. Y enfatizó que el gobierno porteño “tiene la obligación constitucional de garantizarlas”. El relevamiento del juzgado indicó que los principales Distritos Escolares afectados son el 1, 5, 13, 19 20 y 21, tanto en escuelas de jornada simple y completa