El jefe de la Unidad Febril de Urgencia (UFU) del Hospital Santojanni, Oscar Szwarcman, se reincorporó a trabajar este lunes tras ser agredido el viernes pasado y aseguró que volvió «con las mismas ganas», a la vez que remarcó que los centros de testeos «están colapsados porque se quintuplicó el trabajo en una semana».

El médico se refirió a los hechos de violencia que sufrió y afirmó que «la gente hoy está toda tranquila, pero el jueves y el viernes nos insultaban y amenazaban. La primera amenaza era con la cámara de los teléfonos filmándonos y diciéndonos: ‘te estoy filmando atorrante, te pagamos el sueldo y no nos estás atendiendo'», relató Szwarcman. Explicó que un hombre ingresó a la UFU y «me comí la piña en el medio de la cara».

Luego de dos días de licencia, el profesional explicó que volvió a trabajar «con las mismas ganas porque si no pierdo la pulseada». Afirmó: «Mi cariño a lo que hago no disminuyó para nada. Falté sábado y domingo porque tenía la cara muy hinchada».

En la mañana del lunes la fila para hisoparse en la UFU del Hospital Santojanni, ubicada sobre la calle Martiniano Leguizamón, se extendía por el parque Santojanni, dando la vuelta a la manzana. «Ya hay más de 200 personas afuera», indicó Szwarcman y precisó que atienden alrededor de 300 pacientes por día. «Somos dos personas hisopando y tres cargando, cinco médicos en total, pero no damos abasto tampoco», agregó y advirtió: «Si la gente no se empieza a cuidar esto es imparable».

En ese sentido, el médico indicó que si bien «tenemos muchos menos internados en todo el país, donde está colapsado el sistema es en las unidades de testeos y en las UFU porque se quintuplicó el trabajo en una semana».

Por eso, Szwarcman pidió «volver a cuidarse lo más posible» y que el número de reuniones sociales sean «con el menor número de gente posible manteniendo la distancia social».

Tras los incidentes ocurridos el viernes, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires dispuso dos efectivos para brindar seguridad a la UFU, donde este lunes la jornada transcurría con normalidad. Entre quienes estaban esperando a ser hisopados se encontraban personas que aguardaban desde las 7 de la mañana y se habían instalado con sillas de plástico o reposeras. «Hay gente que se está descomponiendo, pero la culpa no la tienen los médicos», aseguró un joven que se encontraba en la fila junto a su novia con síntomas como fiebre y dolor de cabeza.

«El sistema es pésimo porque te hacen hacer primero una fila y después otra; es una locura», indicó Juliana, vecina de Mataderos, quien esperaba desde las 9 con un intenso dolor de garganta.

La UFU del Hospital Santojanni es una de las 20 unidades de la Ciudad de Buenos Aires que brinda atención a pacientes febriles sospechosos de Covid-19 y tiene por objetivo evitar la aglomeración de personas en las guardias, por lo que solo deben presentarse personas que tengan síntomas.