Dos puntos emblemáticos para los pueblos originarios de estas tierras fueron declarados Sitios Sagrados por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Se trata de los enterramientos de ancestros en la comunidad de Punta Querandí, en Tigre, y el centro ceremonial Cerro de la Caballada, en Carmen de Patagones, espacio vital para los pueblos mapuche y tehuelche.

La resolución, emitida ayer, llegó tras más de una década de reclamos por parte de las comunidades. La medida, firmada por la titular del INAI –Magdalena Odarda- señala que “los ocho ancestros re-enterrados tanto en la Comunidad Indígena Punta Querandí como en los sitios arqueológicos llamados ‘La Bellaca’ fueron restituidos en el año 2021 por el gobierno de la provincia de Buenos Aires con el resguardo correspondiente en conjunto con el municipio de Tigre”. Mientras que el Cerro de la Caballada “es un reconocido centro ceremonial ancestral de las comunidades del pueblo Mapuche y del pueblo Tehuelche, que cuenta con el reconocimiento de toda la comunidad siendo este un espacio central en el corazón de la ciudad con los resguardos pertinentes de parte del municipio y las comunidades indígenas locales”.

La declaración de estos puntos como sagrados implica delimitar y proteger el espacio territorial común “que constituye el sustrato clave de la construcción identitaria de la reproducción de las relaciones sociales comunitarias, de aquellas comunidades indígenas que habitan la zona en cuestión y hacen uso del territorio”.

«Estas declaraciones son reconocimientos a las luchas de resistencia de las comunidades, sus ancestros y ancestras, sus cementerios y centros ceremoniales son sagrados y deben ser protegidos por todos, por el Estado, por las comunidades y por la población en general que tiene que tomar consciencia sobre lo importante de saber de dónde venimos para poder luchar por el futuro que nos merecemos y las comunidades marcan el camino, los ancestros, el agua y el territorio son sagrados», dijo el antropólogo y especialista en restituciones del INAI, Fernando Pepe, cuando hace un mes se anunció que se concretaría esta iniciativa.

La medida “viene a consolidar la gran victoria del año pasado, cuando pudimos reenterrar a ocho ancestros y ancestras en Punta Querandí y Bellaca, después de más de diez años de reclamos”, remarcaron desde la comunidad de Punta Querandí, en diálogo con Tiempo. Y agregaron: «Este paso nos da esperanzas de que muy pronto podamos concretar la recuperación de otros 42 cuerpos de antepasados que fueron excavados hace un siglo en el sitio Arroyo Sarandí, en un territorio que hoy está ocupado por Nordelta. Para lograr los reentierros en ese lugar vamos a necesitar mucho apoyo político. También nos da fuerza para la defensa de otros espacios territoriales en peligro por emprendimientos inmobiliarios y para continuar con la recuperación de los más de un centenar de ancestros en poder de arqueólogos en toda región».

Desde Carmen de Patagones y Viedma, el werken (vocero) de la comunidad mapuche Waiwen Kurruf, Hugo Aranea; Hermelinda Tripailaf, de la comunidad Inan Leufu Mongeiñ, y Klaudia Kuraqueo, de la comunidad Leufu Ka Lafkenche, dijeron a la agencia estatal Télam que el reconocimiento sobre el Cerro de la Caballada “es una reafirmación a la preexistencia en los territorios de nuestros pueblos y que tenemos nuestros derechos reconocidos en la Constitución Nacional y convenios internacionales”.

“Con la creación del área de protección de sitios sagrados hemos ya realizado reconocimientos en las provincias Río Negro, Chubut y Buenos Aires. Estamos trabajando ahora sobre varios cementerios de Chaco, Córdoba, Neuquén y Catamarca. También estamos trabajando con las declaraciones de sitios sagrados ancestrales de los volcanes Lanín, Antofalla y LLullaillalo, que están pedidos sus reconocimientos por las comunidades como tales desde hace muchos años”, dijo a este medio el antropólogo Pepe. Y destacó que la declaración de sitios sagrados indígenas forma parte de la actual gestión del INAI, sobre las mismas bases de un proyecto en este sentido que había impulsado Odarda cuando era senadora.

“Cada declaración es un hito de demarcación, también de la resistencia indígena que ha sufrido un genocidio y aún resiste defendiendo el territorio ancestral”, concluyó.