– Yo lo maté bien piola. Le dí un tiro en la panza. Yo lo maté.

Leando Huet de Bacelar no tuvo piedad. Apenas escuchó la sentencia a prisión perpetua por el robo calificado por empleo de arma de fuego y homicidio criminis causa del policía bonaerense Adrian Francia, saltó de su asiento, pateó una silla y volvió a gritar.

– Mi sobrino los va a matar.

El condenado fue interceptado por los agentes penitenciarios y policiales que controlaban el recinto para que no atacase a los familiares del victima. La madre de Francia lloraba a dos metros de Huet de Bacelar, que abandonó la sala repitiendo amenazas.

Mientras tanto, Leonel Benavídez, el otro acusado, permaneció sentado y en silencio. Sólo se movió para taparse la cara y llorar. Cuando el secretario del tribunal regresó, secó sus lagrimas con los antebrazos y habló.

– Quédese tranquilo doctor, nunca mate a nadie y no necesito armar quilombo porque soy inocente. Quiero dejar asentado que durante este juicio no me sentí defendido. El defensor oficial Díaz me aconsejó que no me presentase porque ya estaba condenado pero vine porque no mate a nadie.

No fue la primera vez que Huet de Bacelar y Benavídez compartieron banquillo de acusados por el crimen de Francia. En 2012, los vecinos del barrio Villegas de Ciudad Evita habían sido absueltos por el beneficio de la duda por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Matanza. Sin embargo, la familia de la victima detectó que uno de los jueces del tribunal, Arturo Federico Mateo Gavier, había compartido una travesía en motocicleta con Marcelo Mazzeo, abogado defensor de Benavídez. Entonces Gavier fue denunciado por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” porque su amistad con Mazzeo era motivo suficiente para que “se excusara de intervenir en el proceso”. En este sentido, Adoración Gutiérrez, abogada querellante, presentó en la Justicia la impresión de 150 fotos publicadas por Mazzeo en la red social facebook.

«Mientras la familia esperaba justicia, el magistrado se paseaba por distintas provincias de nuestro país con el abogado del imputado», declaró entonces Gutierrez. Por su parte, Ruth Francia, hermana de la víctima, recordó que “en cuatro oportunidades se aplazó la lectura del veredicto. Durante el debate hubo cosas raras y cuando llegó el momento del fallo, lo fueron postergando sin dar muchas explicaciones. Después dejaron libres a los dos acusados, cuando había muchas pruebas en contra. En esos 15 días de demora, Gavier y Mazzeo se fueron juntos de paseo. Apenas pudimos contar con alguna evidencia, presentamos la denuncia ante la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa”.

Al verificar la prueba aportada por la querella, la sala 2 del Tribunal de Casación Penal bonaerense ordenó un nuevo juicio.

HISTORIA VIOLENTA. En agosto de 2012, Tiempo Argentino se acercó al barrio Villegas porque los vecinos denunciaban que la imputación a Benavidez era falaz. Los entrevistados recordaron que la noche del crimen de Francia, “Leo” había recuperado la libertad luego de pasar seis días en una comisaría por intentar robar con un arma de juguete. Como no tenía antecedentes penales, acordó una pena de un año y medio de prisión en suspenso y fue liberado. Salió de la comisaría alrededor de las 22.15 y volvió a su casa en colectivo.

Por su parte, el sargento Francia volvía del gimnasio en su coche y frenó a comprar cigarrillos en un kiosco ubicado frente al complejo habitacional donde vivían los acusados. Dejó su Volskwagen Gol en marcha y cuando caminaba hacia el comercio, dos ladrones se le acercaron. El agente –que tenía 25 años y pertenecía a la custodia del entonces vicegobernador provincial Alberto Balestrini– luchó con uno de ellos y recibió un disparo. El asesinato ocurrió cerca de las 23:30.

Dos días más tarde, Benavídez fue detenido en su casa de la calle 1002 por un centenar de policías. En la vivienda, los agentes no hallaron el arma homicida.

Meses más tarde, Huet de Bacelar fue atrapado por la DDI de la Matanza en una granja de rehabilitación de adicciones de González Catan, donde se había escondido para evitar ser capturado.

Otra singularidad del caso fue que los jueces del tribunal Nº 2 no pudieron intervenir durante los debates. La tarea recayó sobre los miembros del tribunal Nº 4, quienes no estuvieron presentes en la lectura del fallo. El encargado de difundir la sentencia fue el secretario del tribunal Nº 2.

Según las fuentes consultadas, Benavidez llegó en libertad al juicio y fue detenido durante la primera jornada porque el hijo de la principal testigo, de identidad reservada, declaró que lo había amenazado. Los jueces entendieron que podía entorpecer la investigación porque vive en el mismo barrio que la mujer y ordenaron su traslado a la comisaría de San Justo. Luego el acusado fue derivado a la seccional de Ramos Mejía, adonde regresó despues de escuchar la peor noticia de su vida.

En dialogo con Tiempo Argentino, el abogado Mazzeo –que no participó del nuevo debate- señaló que “fue un juicio donde se privó del derecho de defensa en juicio; también se privó de los testimonios claves como era el de la novia de Benavidez. No se hizo lugar a la reconstrucción del hecho. No se cuestionó a la única testigo que declara contra Benavidez y es la única prueba en su contra. Es una sentencia nula con respecto a Benavidez. En el juicio anterior, los testigos dijeron que Huet de Bacelar se ufanaba del crimen y no pudieron probarlo”.

Sobre la denuncia de la familia Francia sobre su conexión al juez Gavier, Mazzeo señaló que “era lo único que tenían a mano. El viaje no lo hicimos solos. Vinieron tres jueces, dos fiscales y defensores oficiales. Al juez lo conozco del tribunal y nos apasionan las motos. Fue un viaje de un grupo de motoqueros, no de amigos”.

“El fallo absolutorio fue unánime. ¿Y los otros dos jueces que votaron antes que Gavier? En el juicio no hubo quejas durante en los alegatos ni tampoco en el acta de debate. Cayeron las fotos y armaron un circo. Porque la ley es clara, la incompatibilidad es entre la parte y el juez, quedan excluidos los abogados. El juez de casación Mancini que falló en contra nuestra, juega al fútbol conmigo y nos van a ver en fotos abrazados. No tiene nada que ver la amistad”, cerró el abogado.

Por su parte, Melina Benavidez, hermana del condenado, advirtió que la familia ya trabaja en la apelación de la sentencia. “Designamos un nuevo abogado porque es un fallo injusto. No se puede juzgar a una persona dos veces por el mismo delito. Vamos a ir hasta las últimas consecuencias porque mi hermano es inocente. Si el abogado anterior cometió un error, nosotros también fuimos damnificados. Mi papá vendió hasta el auto para pagar la defensa de un inocente, no una maniobra presuntamente espuria. Todos saben que mi hermano es inocente”, cerró la joven.