A lo largo y ancho del país, los Colegios de Psicólogos le hicieron saber a través de diferentes misivas a las prepagas que están preocupados por el incumplimiento de las disposiciones del Ministerio de Salud, que a través de la Dirección Nacional de Salud Mental, recomendó que ante la pandemia del Coronavirus se arbitren los medios para que los tratamientos que habitualmente se realizan de forma ambulatoria, puedan hacerse de manera remota.

“La prepaga no quiere cubrir el servicio de salud mental a los pacientes durante toda la cuarentena porque dicen que solo cubre sesiones presenciales, cuando todos sabemos que a partir de la cuarentena estamos todos aislados”, explicó a Tiempo el psicólogo Pablo Patanián, de 40 años y prestador de OSDE.

El profesional insistió en que de esta manera muchos pacientes quedarán sin atención. “Esta situación despierta ansiedades muy fuertes en toda la población, suspender los tratamientos es hacer de la cuarentena una ocasión para la ruptura del lazo social en lugar del cuidado, además constituye un desconocimiento total de la Ley de Salud Mental por parte de las prepagas”, graficó.

Por su parte, desde OSDE indicaron a este diario: “Entendemos y comprendemos la posición. Hoy la urgencia está volcada exclusivamente a la pandemia. Ese problema no es solo de los psicólogos, todos los profesionales de salud y todas las actividades no esenciales se ven resentidas”.

Voceros de la empresa destacaron además que “todos los recursos humanos, financieros y materiales están abocados al tratamiento de la pandemia que es urgente. Si una persona sufre desgraciadamente una infección por coronavirus, va a necesitar que lo atendamos”.

Otro de los psicólogos que aceptó dialogar con este medio reconoció: “no dejaré de atender a mis pacientes, porque OSDE deje de cubrir el tratamiento, tampoco me parece justo que la prepaga se desentienda con el profesional o el prestador; y con el paciente o su cliente”.

Este diario pudo saber que por el momento, hay prepagas como OSDE, Swiss Medical, Osadra, Ospep y Osalara que se niegan a pagar a los profesionales por las sesiones remotas. En tanto, hay otras como Medicus, Medifé, Ospedyc o las obras sociales de los trabajadores de la carne y de los marítimos que autorizaron esta modalidad hasta el 31 de marzo.

“Habilitamos en principio hasta el 31 de marzo la atención de pacientes por vía virtual en los casos en que no sea posible la atención presencial con las medidas sanitarias informadas por el ministerio de Salud (Skype o videollamada de WhatsApp)”, es una información informal que circuló entre los prestadores de Medicus, que de igual forma aclara: “Solo podrá atenderse con la frecuencia con la que venían siendo tratados esos pacientes. La duración es como siempre de 40 minutos”.

“Hay muchas actividades que se van a ver resentidas y si esto se prolonga vamos a tener que ir buscando otras variantes pero hoy estamos abocados a la urgencia. Hay que diferenciar entre lo urgente y lo importante”, precisaron desde OSDE, y continuaron: “Estamos pensando también urgencias psicológicas para la gente, y de hecho las urgencias se siguen atendiendo. El problema surge con las terapias individuales que es entendible, importante y comprensible pero no se puede hacer de un día para el otro”.

El vocero de OSDE se refiere al sistema que se aplicaría para seguir atendiendo a los pacientes de manera remota: “Hay un tema de seguridad y confidencialidad que hay que resolver, los consentimientos informados, lo tenemos estudiado hace mucho y si se pudiera abrir en un proceso de crisis como este, no tenemos como hacerlo”, concluyó.

Sin embargo, las recomendaciones de la Dirección Nacional de Salud Mental fueron claras: «Dada la emergencia sanitaria y la necesidad de una rápida respuesta de todo el sector salud, se recomienda utilizar aquellos medios de comunicación que hagan posible la continuidad de tratamientos de salud mental, lo cual a su vez contribuirá a evitar recaídas y permitirá contener a las personas en este contexto de emergencia».

En tanto, los psicólogos consultados esperan una respuesta firme de la Superintendencia de Servicios de Salud, desde donde les informaron que solo aceptarán reclamos de pacientes individuales; y de la Dirección de Salud Mental, que hasta el momento avanzó solo con recomendaciones.