El verano 2020 no llegó con buenas noticias para el cuidado de la piel: los protectores solares contienen aumentos de hasta el 117% en el último año, y en promedio subieron más del 600%. Los especialistas reclaman que estos productos, claves en la lucha contra el cáncer de piel, pasen a ser parte de la salud pública, y dejen de ser considerados artículos estéticos.

La radiación ultra violeta (UV) como un importante factor de riesgo para los cánceres de piel ya es una cuestión probada en el ámbito de la salud. Un primer dato es clave: según la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer, en la Argentina el 52,8% de los casos de melanoma se atribuye a la exposición a rayos UV, lo que la ubica entre los países de riesgo medio–alto. La tasa en nuestro país es de 212 casos de cáncer de piel por cada 100.000 habitantes, lo que hasta 2018 (último año del que se tiene referencia) representa unos 125.000 nuevos casos de melanoma por año, número que va en aumento en los últimos 20 años. En este contexto, el uso de protectores solares es clave, sin embargo no están regulados, y los precios de algunos llegan a doblegar a la inflación interanual.

Un estudio del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (CEPROFAR) detectó incrementos promedio del 65% en el último año en las dos marcas principales de producción nacional. También en el último año, los protectores solares importados crecieron más de un 100%. “Medido un protector de producción nacional, de una de las marcas más conocidas y más usadas, aumentó su precio un 618% en los últimos 4 años”, enfatizaron desde la entidad farmacéutica. Este producto factor 40, por 200 gramos, valía 97 pesos en enero del 2016, y en este 2020 ya cuesta $ 697. Uno factor 50, también de 200 gramos, importado de Estados Unidos, se consigue por 913 pesos, y el más caro se vende a 1260. El más barato en ese factor 50, importado de Brasil, está en los $ 640.

Rubén Sajem, director del CEPROFAR y Secretario General del Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de CABA, remarcó que los protectores solares son productos de uso externo que contienen sustancias físicas o químicas que actúan como barrera protectora de la piel ante las radiaciones solares: “Constituyen una defensa de primera línea, siempre que reúnan las condiciones necesarias de eficacia, seguridad y calidad del producto. Numerosos estudios demuestran la incidencia negativa de la radiación solar sobre la piel. Esta incidencia de rayos ultravioletas también nos llega aún en días nublados, y de poca luminosidad, y está formada por rayos invisibles que penetran la piel y pueden provocar diversos problemas. Entre las radiaciones ultravioletas se distinguen: las UVA, que causan envejecimiento de la piel y pueden causar cáncer de piel; y las UVB, que causan enrojecimiento, quemadura solar, y predisposición al cáncer de piel”.

Aún así, en este marco de aumentos sostenidos, los protectores solares en nuestro país continúan siendo considerados productos cosméticos, no medicamentos: “Su precio es fijado libremente por el laboratorio elaborador. En general, no tienen cobertura por parte de la seguridad social (obras sociales y prepagas), salvo casos particulares”, se explaya Sajem. Una consecuencia es la disminución en su uso: actualmente sólo cuatro de cada diez argentinos lo utilizan todo el año, y menos del 70% lo hace en verano, de acuerdo a cifras de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD). Algo peor: el 77% de aquellos que apelan al protector no sigue la recomendación básica de colocárselo 30 minutos antes de la exposición al sol.

Los protectores solares carecen de descuento. No figuran en el Programa Médico Obligatorio ni en Precios Cuidados. “Los filtros solares forman parte de la prevención del cáncer de piel y de otras enfermedades que se perjudican por los rayos solares. Deberían ser cubiertos por el plan médico obligatorio y se debe llegar a un acuerdo con las empresas para bajar sus elevados costos”, expresó el doctor Pablo Pagano, dermatólogo de la SAD, al diario Río Negro. Y agregó que “además, como se hace en algunos países, debiera haber descuentos especiales para aquellos pacientes que ya padecen enfermedades, como cáncer de piel o lupus”.

En el Congreso de la Nación se han girado proyectos de ley para promover que los protectores solares tengan cobertura médica, incluyéndolos en el Programa de Prestaciones del Plan Médico Obligatorio, por ejemplo el que presentó el diputado radical Fabio Quetglas en marzo del año pasado. Ingresó a la Comisión de Salud, pero no avanzó porque la comisión en el último semestre de 2019 nunca se reunió.