El sector audiovisual nucleado en coordinación en asamblea abierta vuelve a movilizarse frente a las puertas del INCAA este jueves 29, en Lima 319, a las 15.

La Asamblea de la Comunidad Audiovisual expresa, nuevamente, su preocupación por el futuro del cine nacional: «Nos encontramos ante un escenario en donde la subejecución, admitida livianamente por el mismo presidente del INCAA, Ralph Haiek, en la interpelación en el Congreso, tiene como consecuencia una parálisis que repercute en la producción, en los puestos laborales y en la pérdida de acuerdos de coproducción que ponen en riesgo la concreción de proyectos ya aprobados.

A esto se le suman los despidos en el INCAA, a pesar de que Haiek haya prometido que “no será el presidente del ajuste”. Esto es un eslabón más en el plan de vaciamiento al sector, la consecuencia lógica de un proyecto para el cine nacional que implica reducir la cantidad de películas producidas. «Porque achicar la planta del INCAA es achicar el cine argentino», explican desde la coordinación.

La advertencia de Haiek se vinculó a diferentes actores del sector audiovisual cuando planteó una posible instrumentación para tercerizar los créditos a entidades financieras por fuera de la órbita del INCAA. «Esto agrava definitivamente la situación del fomento a nuestro cine que, lejos de regirse por la dinámica de mercado, debe sostenerse mediante incentivos estatales que le permitan desarrollarse». 

La preocupación crece en los trabajadores del cine, incluso lo remiten «a tiempos oscuros de nuestra cinematografía donde directores y productores perdían las casas puestas en garantía y tenían que enfrentar altísimas tasas de interés.» En su gacetilla de convocatoria, por otro lado, clarifican la política pública apuntalada por el sector privado y las pocas chances de montar sus producciones de modo horizontal: «Esta dinámica estaba orientada a beneficiar y pensar más en el sector privado que fomentar la producción cinematográfica como política de estado. El cine no solo construye nuestra cultura, nuestra identidad sino que sostiene miles de fuentes de trabajo de personas que se han especializado a lo largo de toda su vida.»

Finalmente el sector admite que esta forma de actuación sobre el sector no sería posible sin la intervención de hecho realizada por el Ministerio de Cultura en las instalaciones del Instituto, intervención que vulnera la autarquía del INCAA establecida por ley.

Para finalizar esta rueda de avasallamiento al cine argentino, el inminente cierre de la sala CINE.AR ArteCinema atenta también contra otro de los puntos débiles de nuestra cinematografía: la exhibición. Lejos de cerrar las ahora llamadas SALAS CINE.AR (antes “Espacios INCAA”), durante la manifestación de este tarde se intentará abrir nuevos y rediscutir los términos de la exhibición de cine nacional con una cuota de pantalla acorde a la producción actual y con incentivos para la distribución de cine nacional, para largos y cortometrajes.

El punteo de temas que se debatirán tendrán que ver con el rechazo al ajuste en el cine nacional por el funcionamiento del INCAA sin trabas administrativas; la reincoporación de los cuatro trabajadores despedidos del INCAA, el reclamo por la tercerización de los créditos, el pedido de cese de la intervención de hecho del Ministerio de Cultura y, finalmente, no al cierre del ArteCinema.