Marea sub 20

Por: Julia Izumi

De dónde salió esa marea verde sub 20 que empujó la media sanción de una de las leyes más esperadas de la historia de lucha feminista de la Argentina? ¿Cuándo y cómo se formaron esas chicas para dar la pelea política más novedosa, interesante y avasalladora de la última década? ¿Quién las convencerá de ahora en más de que nada puede ser cambiado? El 31 de octubre se cumplirán seis años de la sanción de la Ley de Voto joven que habilitó el sufragio de manera optativa a partir de los 16 años. En el debate previo, además de acusaciones de oportunismo político hacia el gobierno de Cristina Kirchner, se escucharon argumentos que ponían en duda la capacidad de aquella generación, a la que se invitaba a opinar a través del voto, para ejercer semejante derecho. Elisa Carrió, que la noche del debate abandonó el recinto con buena parte de la entonces bancada opositora enojada por una frase desafortunada de Andrés Larroque, había expresado sobre el proyecto lo siguiente: “Es un disparate hacerlos responsables de nuestro sistema a los jóvenes de 15 años. Los vamos a introducir al mercado del voto y todos sabemos en lo que se ha transformado. ¿Qué van a ofrecer fuera y dentro de la escuela secundaria a cambio del voto? ¿Dinero? ¿Acaso droga?”.

La iniciativa se convirtió en ley por 131 votos a favor, dos en contra y una abstención. El entonces Frente Amplio Progresista y la UCR, que habían anticipado que presentarían dictámenes de minoría, finalmente se retiraron del recinto, junto con el resto de la oposición. En 2013 el «voto 16» debutó con una participación interesante, teniendo en cuenta el carácter optativo del sufragio: en las PASO votó el 54% del padrón juvenil, y en octubre siguiente lo hizo el 54,44 por ciento. En las elecciones de 2017, la cifra total creció al 58,95%, pero de un padrón de habilitados que casi duplicó el de cuatro años antes.

Las chicas que coparon las calles en estas semanas, las protagonistas de la ola verde, se apropiaron de la política en las aulas, en el clima asambleario de las escuelas, en los partidos políticos –donde impusieron una agenda feminista que hasta entonces se limitaba a la discusión sobre la paridad de género en las listas-, en los movimientos sociales, en las calles. Las que tenían 16 en 2013 y tienen 21, 22 años hoy, acumulan cinco de ejercicio político. Y las más chicas, las que metieron presión con las tomas en los colegios y fueron a la vigilia con las carpetas y los uniformes escolares, ni siquiera aceptarían que se debata su derecho a participar en las decisiones trascendentales de un país. Lo dan por hecho.

Todas entendieron rápidamente eso de que lo personal es político y lo aplicaron con otros protocolos. Con alegría, glitter, coreografías y pañuelos verdes. Le aportaron masividad al movimiento de las militantes históricas que venían peleando este presente desde los encuentros de mujeres y el Ni Una Menos. Y antes también. Por eso las estructuras partidarias tradicionales se vieron avasalladas. A esta nueva forma de lo político no la contienen necesariamente líderes ni candidatos. Las contienen consignas, objetivos, metas colectivas. Como ocurrió con el matrimonio igualitario, la paridad de género, el freno al 2×1, la palabra empoderamiento dejó de ser una consigna.

¿Alcanzaba sólo con esta voluntad? El relato de lo que ocurrió en la trastienda de la sesión, con el rosqueo en los despachos, la presión previa y en tiempo real de las indispensables integrantes de la Campaña, la lectura oportuna de algún referente que supo leer lo que pasaba afuera del Congreso y apostó a futuro, indican que no, que la media sanción fue resultado de un proceso de pinzas que no dejó un solo resquicio por cubrir. Pero las pibas vienen a confirmar que desde aquel promisorio 2013 y este presente de pura acción, ya nada volverá a ser igual.

Compartir

Rebelión en los campus: la sociedad es frágil

 “Las personas se convierten en experiencias (…) toda la sociedad es frágil”, escribía en 1968…

2 horas hace

Parques Nacionales: Monsanto al gobierno, los privados al poder

El gobierno nombró al frente de Conservación de Áreas Protegidas a Leonardo Sarquis, ex CEO…

5 horas hace

Rubén Rada: «Mi música siempre busca dar alegría y reivindicar a todos los postergados del mundo»

Festejará sus 80 años repasando lo mejor de su carrera en el Luna Park. En…

5 horas hace

Del idilio al desencanto, Páez deja testimonio de su relación con Cuba

El documental "La Habana de Fito", de Juan Pin Vilar, da cuenta de múltiples historias…

5 horas hace

La dimensión humana del Che, horas antes de transformase en mito

El dramaturgo Raúl Garavaglia le da vida a un Guevara pleno de contradicciones, pero que…

5 horas hace

Agenda de Espectáculos, con lo mejor de la semana

Las propuestas más atractivas de música, cine, teatro, streaming y mucho más.

6 horas hace

Ping pong con Osvaldo Laport: “Ahora muchos chicos me conocen por la frase ‘necesito hacerte el amor’”

Es un ícono popular gracias a las novelas y tiras televisivas. Pero entre sus múltiples…

6 horas hace

La precarización se agudizó para las trabajadoras de casas particulares en los últimos meses

La preocupación crece tras la eliminación de la doble indemnización y los cambios en las…

6 horas hace

El gobierno choca con su propia recesión: cae la recaudación tributaria

Los ingresos de la AFIP bajaron 10% en términos reales, como consecuencia de la menor…

6 horas hace

Gobernadores de la Patagonia vetarán el piso de Ganancias

El debate de la Ley Bases en el Senado puso en alerta a la región.…

6 horas hace

Gobernadores de la Patagonia vetarán el piso de Ganancias

El debate de la Ley Bases en el Senado puso en alerta a la región.…

7 horas hace

Huelga: la herramienta más eficaz de la clase trabajadora

El derecho de huelga tiene rango constitucional, pero ninguna norma reglamenta su ejercicio.

7 horas hace