Sigue el juicio por la Masacre de Wilde en el Tribunal Oral Criminal N°3 de Lomas de Zamora. Este hecho, icono de la violencia institucional, ocurrió el 10 de enero de 1994, hace un poco más de 28 años. Ese día, cuatro inocentes fueron acribillados a balazos por once miembros de la ex Brigada de Investigaciones de la Policía Bonaerense de Lanús.

“Durante las dos semanas de juicio y testimoniales que pasaron quedó en claro que Marcos Ariel Rodríguez -quien permaneció prófugo durante 20 años- participó de la masacre. Siempre dijo que nunca se enteró de que era buscado por la justicia e interpol”, aseguró a Tiempo Raquel Gazzanego, viuda de Edgardo Cicutín, asesinado por los policías. Continuó relatando que también se cayó “su versión sobre que él nunca firmó el acta de detención que le habían notificado por la masacre del 10 de enero”.

La semana pasada se conocieron los resultados de una pericia caligráfica que fue pedida por el mismo imputado Rodríguez y su defensa: “Lo cual indica que sí, que es su firma”, aseveró Raquel. También se pudo aclarar que Norberto Corbo “era un remisero inocente, que estaba haciendo un viaje que habían pedido en una agencia de la zona”.

“Una cosa muy importante es que la familia Corbo luchó para tener justicia y pudo limpiar su memoria de la acusación policial que lo señala como un delincuente, que había disparado a la policía en cuanto ellos le plantaron el arma”, enfatizó la viuda. Finalizó diciendo que desde este lunes “comenzamos con una etapa de los alegatos, todavía nos queda un largo camino por recorrer”.

Detalles del juicio

“La semana pasada terminó el juicio, el Tribunal dio por concluida la etapa de debate”, explicó el abogado Ciro Annicchiarico, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que representa a la familia del fallecido Cicutín. Los jueces resolvieron “los pedidos de incorporación que hicimos por lectura entre la fiscalía y las partes damnificadas. Dieron lugar a lo que solicitamos y rechazaron las oposiciones de las defensas de los acusados”, celebró el letrado.

“No prestó declaración indagatoria el procesado Marcelo Valenga, quien había dicho que cuando terminaran las audiencias iba a hacerlo, pero desistió y concluyó la etapa de debate”, reconstruyó Ciro. Es por eso que el Tribunal definió las fechas de los alegatos, “el próximo miércoles 2 alegará la fiscalía, el jueves 3 lo haré yo, los días siguientes los abogados que representan a las otros familiares de víctimas, el  martes 8 una de las defensas, el miércoles 9 otra defensas, el jueves 10 no hay audiencia ni alegatos, el viernes 11 otra defensa, y la última de las defensas alegará el lunes 14”, detalló.

En todos los casos las audiencias de alegatos -tanto de las acusaciones como de las defensas- se están realizando en la sala grande de Tribunales de Lomas de Zamora que es donde se está desarrollando el juicio.

“Una vez terminados todos los alegatos, empieza la etapa de réplicas y dúplicas, para lo cual el Tribunal nos informará sobre fechas, horarios y lugares. Lo hará a partir del último alegato de la defensa, que como mencioné antes, será lunes 14 de noviembre”, reiteró el abogado. Siguió relatando que al finalizar esta semana en curso el Tribunal, “nos informará cuales son los últimos pasos del juicio. Entendemos que a partir del próximo martes 15 ya se conocerá la fecha del veredicto final, durante los últimos días de noviembre se realizará la lectura final”, estimó.

Masacre de Wilde

Cuatro inocentes fueron asesinados a balazos el diez de enero de 1994 por once oficiales de la ex Brigada de Investigaciones Lanús de la Policía Bonaerense. Los efectivos declararon que perseguían a “delincuentes” que iban en dos autos, huyendo de un presunto robo a una sucursal del Banco Galicia. Después dijeron que los sospechosos transportaban cinco kilos de cocaína. Los agentes dispararon 270 balas. Sin embargo, durante la instrucción de la causa se supo que se trataba de una banda de ladrones que trabajaban para ellos. Pero ya no lo querían seguir haciendo y por eso los policías fueron a buscarlos para matarlos.

Una de las víctimas fatales fue Edgardo Cicutín que tenía 33 años y era padre de Natalia de 8 y de Gonzalo de apenas 8 meses. Sus hijos se criaron en una sociedad de instituciones, pero no creen en ellas. Este hombre era un trabajador, vendía libros para la editorial Cisplatina. Se movía en un Dodge 1500 que era conducido por Claudio Díaz, quien sobrevivió a la balacera policial de milagro. Las otras víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros, Claudio Mendoza y Héctor Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505.

Los once policías que protagonizaron la masacre prestaban servicio en la Brigada de Lanús, cuyo subjefe era el comisario Juan José “El Lobo” Ribelli, detenido, procesado y luego absuelto por el atentado a la mutual judía AMIA. Los imputados son Roberto Mantel, Osvaldo Lorenzón, Eduardo Gómez, Pablo Dudek, Marcelo Valenga, Marciano González, Julio Gatto, Hugo Reyes, César Córdoba y Carlos Saladino, de estos últimos uno falleció y otro presentó un problema de salud para no estar en el juicio.

Tras veinte años de estar prófugo, Marcos Ariel Rodríguez fue capturado en noviembre de 2014 en la ciudad cordobesa de La Falda, lo detuvieron por rebeldía a la autoridad y no por los crímenes de la masacre. La semana pasada una pericia caligráfica comprobó que la firma del acta de detención de hace 28 años atrás es suya, en cuanto él había dicho que no sabía que era buscado intensamente por la justicia.