Desde luego no estoy de acuerdo con el linchamiento. Un delito, más allá de cuál sea, merece un justo proceso y eventualmente una condena de la justicia. Ahora bien, estadísticamente, en todos los países, los abusadores sexuales, en su gran mayoría, suelen reincidir en cuanto salen de la cárcel. Hasta ahora no hay sociedad ni sistema jurídico que haya logrado modificar la alta tasa de reincidencia.

Respecto a la pregunta de qué se hace con los violadores si la cárcel no alcanza, ninguna sociedad ha encontrado la respuesta. Indiscutiblemente, la cárcel no cambia la estructura psíquica de ningún violador. La cárcel cumple una función de proteger a la sociedad de ese tipo de delincuentes, pero no de modificar la estructura psíquica de los mismos, no tiene ese poder. Nadie cambia desde afuera si no tiene la voluntad y el trabajo interior con ayuda de un profesional para que el eventual cambio se produzca.

Es un tema excesivamente complejo, pues abarca cuestiones inherentes al ser humano, como lo son la sexualidad y la violencia. El ser humano no elige su sexualidad, pero la sociedad no tiene porqué admitir ciertas formas que puede tomar la sexualidad de algunas personas que implican violencia hacia otro. Violencia que puede destruir psíquicamente, ya sea a un niño/a o a un adulto que la padece.