El juez federal Leónidas Moldes, de Bariloche, procesó a los ocho prefectos por » homicidio agravado con violencia contra las personas, mediante la utilización de armas de fuego, cometido con exceso en la legítima defensa» en el asesinato de Rafael Nahuel, cometido en noviembre de 2017, en Mascardi, a cinco kilómetros de esa ciudad. Permanecerán en libertad porque es un delito con pena excarcelable.

Los prefectos procesados son Juan Ramón Obregón, Sergio García, Sergio Cavia, Carlos Sosa, quien además con este nuevo fallo quedó mejor parado. Es que en la primera pericia balística se había determinado que la bala 9 milímetros que mató a Nahuel había salido de su MP5, mientras que en la segunda pericia no quedó determinado de qué arma salió el proyectil.

Además, el juez procesó con prisión preventiva a Fausto Jones Huala y Lautaro González por «usurpación» y «atentado a la autoridad». «En el expediente cada vez más toma forma que fue un tiroteo en contra de los prefectos más que un enfrentamiento. Tanto Nahuel como los dos que bajaron con él tenían pólvora en sus manos», había dicho hace unos meses la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.