Música, tragos, bandas en vivo y gastronomía fue la propuesta de la Cámara de Hostels de Rosario (CHR) para presentar la temporada primavera-verano, en Buenos Aires.

Los hostels suelen ser el hospedaje elegido por jóvenes turistas que busca abaratar costos. En los últimos 15 años, tuvieron un enorme crecimiento y ahora llegan incluso a ser parte de la oferta turística oficial. En este caso, la CHR contó con el apoyo del gobierno de Santa Fe y del Ente Turístico Rosario.

El presidente de la CHR, Omar Ortiguela, charló con Tiempo apenas terminado el evento. “La idea es difundir de qué se trata toda esta vida hostelera. Este estilo de alojamiento que difiere de todos los demás. No solo tiene las comodidades clásicas, sino también toda una impronta de intercambio cultural y de la sociabilidad y del compartir que no lo ofrece otro alojamiento. Queremos invitar a la gente que no lo conoce a que se anime y venga a Rosario”.

– ¿Qué tienen de distinto para ofrecer?

– Tenemos una camada de hostels muy unida. Trabajamos día a día en conjunto y para mostrar la ciudad que la gente se merece ver: limpia, linda, llena de lugares para visitar, llena de cultura, de arte, de deporte, eventos, noche, podría estar horas enumerando.

– El hostel ofrece un nivel enorme de intercambio cultural y los precios suelen ser muy generosos. ¿Por qué existe aún mucho prejuicio alrededor de este tipo de alojamiento?

– El tema del prejuicio está en todos los rubros. La hostelería todavía es muy nueva, tiene 15 años en Argentina, y es parte de nuestro trabajo desprejuiciar a la gente. Informar, comunicar, mostrar, charlar, generar vínculos, debatir. Todo eso es parte de nuestra tarea en la comunicación. Es una responsabilidad de los hosteleros, no solo mostrar un alojamiento alternativo, sino también un circuito turístico alternativo en la ciudad. Eso también va de la mano.

– ¿Qué ves que se lleva el turista cuando se aloja en un hostel?

– Una experiencia distinta a todo. El hostel te puede cambiar la vida. Hay gente que nos escribe después de un tiempo y nos cuenta que se animaron a desarrollar un proyecto o una empresa más desestructurada o desde una perspectiva que no se hubieran imaginado. El hostel te abre la cabeza y cuando eso ocurre es cuando funciona el mensaje verdadero de los hostels.

– ¿Tienen como desafío solo al turismo joven o apuntan también a otros grupos?

– El concepto de turismo joven habla del espíritu joven. El desafío es que cada vez más gente venga a los hostels y vea cómo es el concepto, más allá de la edad o de si está solo o en familia. El gran desafío es que cada vez más gente conozca la ciudad. Por eso, acá hay gente de distintos rubros; cervecerías, gourmet, heladeros, gente del Paseo Pellegrini, que son en definitiva los proveedores turísticos. El gran desafío es trabajar más integralmente entre todos los rubros; armar paquetes turísticos que le sirva más al público por precio, por calidad, por seguridad, y a nosotros también.

– ¿Cuál es la relación de la Cámara de hostel con el Gobierno?

– El Estado nos ayuda y nosotros ayudamos al Estado. La idea es que sea recíproco y estamos felices porque lo estamos consiguiendo.

– ¿Cómo ven a las grandes cadenas de hostels?

– Estuve en Che Lagarto en Uruguay y en Loki en Perú y la pasé muy bien en ambos. Es un concepto más corporativo, de franquicia. Está bueno que exista. Pero es otro mambo, otro concepto. Nosotros, de todas formas, somos una cámara integradora y llegado el caso serían también bienvenidos. La idea es sumar; sobre todo, turistas.