Néstor Pérez Baliño es secretario de Salud de la Nación. El segundo en la línea de decisiones detrás del ministro Jorge Lemus. En los últimos días, se habló de cambios en el área y lo señalaron como uno de los removidos. Probablemente, el futuro lo encuentre liderando el programa “Cobertura Universal de Salud”.

Quien tiene presencia en Salud, desde el inicio de esta gestión, es el ex ministro de Carlos Menem, Alberto Mazza. Desde el Ministerio sostienen que su influencia se achicará ahora que acaba de irse Daniel Bosich, que dirigía el área de Administración y Recursos y es muy cercano a Mazza. No son pocos quienes dentro del Ministerio adjudican los retrasos en las licitaciones de anticonceptivos al accionar de Bosich. “Estamos haciendo una reestructuración del Ministerio, creando una secretaría y otras áreas para mejorar la parte administrativa. Yo me quedo en la gestión, lo que no sabemos todavía son los roles de cada uno”, aseguró Pérez Baliño.

–¿Qué sucedió con la entrega de preservativos este año?

–Cuando ingresamos en la gestión en diciembre había una reserva muy baja de preservativos. Juntando todas las áreas teníamos menos de un millón, y no estaba la licitación iniciada. La comenzamos y salimos con una compra de urgencia. Tuvimos dificultades porque la producción en la Argentina no cumplía con las entregas de urgencia. Y a la licitación hubo que hacerla de nuevo por problemas jurídicos. Pasó todo este tiempo, hicimos la licitación y ya está la orden de pago por 28 millones de preservativos. Con las otras compras directas este año estaremos en alrededor de 30 millones de preservativos. La semana pasada entró la primera partida de un millón y medio, ya se empezó a repartir por las provincias. Así que ahora tenemos entregas todas las semanas para normalizar la situación. Esto nos pasó con varios productos, por ejemplo, tuberculostáticos: la última compra fue en una licitación de 2014. Iniciamos la licitación pero no había producción para entregarlos. El tema licitaciones suele tener entre seis y nueve meses de demora. Pero ya está todo normalizado.

–En el Boletín Epidemiológico se observa un aumento de los casos de sífilis. ¿A qué lo adjudica?

–Este aumento, si revisa los últimos diez años, no es una cosa exagerada. Se debe, entre otros motivos, a que como el pico máximo de uso de preservativo estaba para el cuidado del sida, como hoy ha disminuido el temor al sida (hoy un paciente HIV positivo vive normalmente, porque las drogas lo hacen sobrevivir y tener una vida normal), hay tendencia a usar menos preservativos. Y cada vez que sucede esto hay aumentos muy leves de la sífilis.

–¿Y no puede haber influido la demora en entrega de preservativos?

–Lo de estos meses influyó poco, porque siempre hay preservativos. Pero queremos comprar masivamente para que los gobiernos provinciales puedan hacer sus campañas. Estos pequeños incrementos (de sífilis) se vienen dando hace bastantes años. La sífilis es una enfermedad tan antigua que hoy en ningún centro médico se pasa el diagnóstico. «