Las cinco docentes del jardín de infantes Tribilín acusadas de maltrato infantil recibieron condenas de hasta siete años y medio de prisión y fueron inhabilitadas para trabajar con menores de edad por diez años.

El Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro dio a conocer este lunes la sentencia, con penas de prisión para la directora Noemí Nuñez, que recibió la condena más dura, y para las maestras Yanina Gogonza (siete años) y Noemí Gallardo (seis años y tres meses), y las auxiliares Mariana Buchniv  (cinco años y seis meses) y Vanina Gisela Diap (cuatro años y seis meses). Las cinco fueron encontradas culpables de los delitos de abandono de personas, lesiones y amenazas.

El caso se conoció en 2013, cuando se hicieron públicos más de cinco horas de audios con insultos, gritos y amenazas de las docentes, ruido de golpes y el llanto desconsolado de los infantes.  Un padre, alarmado por el cambio de conducta de su hija, había colocado un iPod oculto en la mochila para grabar lo que sucedía en las clases.

La asesora general del Ministerio Público Tutelar, Yael Bendel, resaltó el carácter ejemplificador del fallo: «Pone énfasis en la condición de vulnerables de niñas y niños y la especial posición que tienen los adultos encargados del jardín en cuanto garantes del cuidado. La sentencia condenatoria es acorde a la protección que desde la justicia debemos brindarle al colectivo más vulnerable».

“La violencia hacia niñas y niños está invisibilizada, ocurre la mayoría de la veces en el interior de las familias y en los ámbitos donde se desarrollan –agregó Bendel–.  La sentencia condenatoria tanto para la directora del Jardín como para las docentes no sólo la visibiliza sino que condena ejemplarmente el maltrato hacia niñas y niños”.

De acuerdo a la investigación, al menos 40 niños y niñas recibieron golpes, fueron encerrados en habitaciones a muy bajas temperaturas y hasta les sumergían la cabeza en una pileta como castigo. A pesar de que ya pasaron cinco años de aquellos episodios, aún tienen secuelas como fobia al agua o rechazo a pasar cerca del lugar del horror, en O’Higgins al 500, Beccar.

“Todos juntos podemos erradicar esa violencia oculta. Los padres del jardín fueron muy valientes y también persistentes porque no bajaron los brazos en esta causa que lleva más de cinco años. Esperaron mucho tiempo para que se hiciera justicia. Y finalmente, aunque habrá que seguir trabajando en la reparación de los daños psicofísicos de los niños afectados, lo lograron”, concluyó la asesora general tutelar. 

La fiscalía había pedido penas de diez años, y la querella, 12. Si bien las cinco mujeres ya habían sido condenadas por el Tribunal el 18 de octubre pasado –están detenidas desde entonces en la Comisaría de la Mujer de la localidad de Martínez y no presenciaron la lectura del fallo–, aún se desconocía el monto de las penas. A lo largo de siete audiencias, más de 80 testigos habían aportado datos que abonaron la dureza de la sentencia.