Empecemos con un truco para que el pescado no se desarme demasiado al cocinarse en la salsa: lo ponemos en agua con hielo y sal gruesa media hora. Obviamente, después no se le agrega sal.

Yo usé unos 600 grs de merluza, porque es lo que conseguí: pescados como el mero o el lenguado van a mantenerse más enteros y quedarían mucho mejor. Con salmón blanco también sería un hit. Mientras el pescado reposa, calentar medio litro de leche de coco con un poco de azúcar, sal, el jugo de dos limones y unas moneditas de jengibre fresco. Agregar, si es posible, dos chorritos de salsa de pescado: se vende en el barrio chino y en muchas dietéticas. La salsa de pescado es una comprita que vale la pena: dura muchísimo, se usa siempre de a chorritos, y aunque su aroma da un poco de miedo al principio, levanta mucho el sabor de caldos, sopas y salsas como esta. El que no quiera, puede poner un chorrito de salsa de soja y hacerse el piola.

Cuando la salsa está bien caliente, empezando a borbotear, agregar los filets (o postas) de pescado y mover un poco la olla para que se cubran bien de líquido. Dejar cocinar entre siete y diez minutos apenas, si los filets son pequeños. Si son muy anchos, no creo que hagan falta más de 15 minutos.

Servir con muuuucho cilantro picado por arriba, y comer con arroz. Yo también aproveché y me hice unas espinacas apenas cocidas en la misma crema de coco, me gustó mucho… pero creo que es más polémico.

INGREDIENTES

l 600 gramos de pescado (mero, abadejo o lenguado preferentemente)

l 400 cc de leche de coco

l 2 limones

l Jengibre a gusto

l Sal, pimienta a gusto

l 1 cucharada de azúcar integral

l Cilantro a gusto

l Salsa de soja o salsa de pescado