El suspendido jefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, renunció el viernes a su cargo luego de que la Cámara del Crimen se negara a excarcelarlo en la causa en la que fue procesado como presunto organizador de una asociación ilícita que, desde la comisaría 35, exigía dinero a comerciantes de los barrios de Nuñez y Saavedra a cambio de brindarles «protección».

En un comunicado de prensa difundido el viernes a la tarde, el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, a cargo de Martín Ocampo, informó que el gobierno que encabeza Horacio Rodriguez Larreta ya le aceptó la dimisión.

De esta forma, la conducción de la Policía de la Ciudad continuará bajo la responsabilidad de la Secretaría de Seguridad, a cargo de Marcelo D’Alessandro.

Según allegados a Potocar, el ahora ex jefe de Policía decidió renunciar luego de que sus abogados, Cristian Poletti y Raúl Alcalde, lo visitaron esta tarde en la dependencia de Gendamería donde está detenido para informarle que la sala VII de la Cámara se había negado a liberarlo.

La decisión fue adoptada a 24 horas de la audiencia celebrada ayer, en la que la defensa había expuesto los fundamentos de su apelación a la negativa del juez de instrucción Ricardo Farías de concederle la excarcelación mientras se sustancia el proceso.

Los camaristas Mauro Divito y Mariano Scotto consideraron que si Potocar es excarcelado, por las funciones y cargo que desempeñó, podría sustraerse al accionar de la justicia, o entorpecer el avance de la pesquisa, en la que todavía falta que declaren como testigos comerciantes y cuidacoches.

El tribunal de segunda instancia, en coincidencia con el dictamen del fiscal de Cámara Mauricio Viera, relativizó los argumentos de la defensa, que había calificado de “innecesaria”, “apresurada” y “abusiva” la detención de Potocar.

En la audiencia de ayer, los letrados recordaron a los camaristas que la detención de Potocar se produjo el 25 de abril último, cuando “voluntariamente” se presentó ante Farías para realizar un descargo por escrito.

Viera, en sentido contrario, opinó que existe “serio riesgo” de entorpecimiento de la investigación si se lo liberabar y mencionó la hipótesis de un amedrentamiento a los testigos que aún no pasaron por el despacho de Farías.

Poletti explicó a Télam que apelarán la decisión ante la Cámara de Casación Penal y negó que, en caso de ser liberado, su defendido vaya a fugarse o a entorpercer la investigación.

El abogado dijo que esas presunciones se basan en lo declarado por el subcomisario Hernán Kovacevich, que está imputado en la causa pero goza de falta de mérito y está libre por haber “colaborado” con el expediente.

Kovacevich dijo que Potocar, antes de que allanaran la comisaría, había logrado sacar los libros que lo incriminaban de la seccional 35, que lo “apretó” diciéndole que que tuviera “cuidado” con lo que iba a decir y que su esposa, también policía, sufrió una serie de traslados ilógicos.

Pero, según Poletti, los libros fueron secuestrados por la Justicia y las otras dos situaciones no ocurrieron.

En tanto, el defensor adelantó que el lunes apelará el procesamiento dictado a Potocar el miércoles último, con prisión preventiva, como presunto organizador de una asociación ilícita y un embargo de 450.000 sobre sus bienes.

El juez Farías explicó cómo funcionaba el sistema de recaudación ilegal: los imputados de menor rango respondían a las órdenes del comisario Norberto Villarreal, ex jefe de la seccional y actualmente prófugo, y exigían dinero a los «trapitos» para dejarlos trabajar y a comerciantes y empresarios para darles «seguridad». El suspendido jefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, renunció esta tarde a su cargo luego de que la Cámara del Crimen se negara a excarcelarlo en la causa en la que fue procesado por liderar una asociación ilícita que desde la comisaría 35 exigía dinero a comerciantes de los barrios de Nuñez y Saavedra a cambio de brindarles «protección».

En los jerarquías más altas de la estructura criminal, ubicó al subcomisario Marcelo Stefanetti, procesado pero en libertad, y a la ex jefa de la Circunscripción VII, Susana Aveni, una de las detenidas en la causa.

Las principales pruebas contra Potocar son las declaraciones de tres subcomisarios imputados en la causa y un cuaderno secuestrado de la oficina de Villareal, que ilustraba la manera en que se distribuía el dinero e incluía a la DGC.

Para los investigadores, se trata de la Dirección General de Comisarías, cuya jefatura estaba a cargo del ahora ex jefe policial para la época en que se cometieron los ilícitos.