El buque noruego Skandi Patagonia, contratado por la marina estadounidense que cuenta con elementos de última generación, partió este martes de Comodoro Rivadavia al área de búsqueda del submarino San Juan, perdido en aguas del Atlántico sur desde hace seis días con 44 tripulantes a bordo, mientras los rastrillajes se concentran en áreas más chicas, en lugares donde se detectaron los ruidos y en imágenes satelitales. 

El vocero de la Armada, capitán de navío Enrique Balbi, aseguró que el submarino «se podría encontrar en una fase crítica de oxígeno, de eso depende si pudo elevar el snorkel a la superficie».

El operativo de búsqueda y rescate dispuesto por la Armada y apoyado por 12 países se concentra en esa área, a unos 360 kilómetros de la Península de Valdez, mientras se espera la llegada del Skandi Patagonia, el barco noruego al servicio de los Estados Unidos con elementos de última tecnología. Esta embarcación, que partió hoy desde Comodoro Rivadavia con 100 «marines»a bordo, está previsto que llegue al área de búsqueda dentro de un día y medio.

El buque lleva un sonar de búsqueda lateral, una campana de salvamento que puede sumergirse hasta los 250 metros en profundidad y un vehículo que opera en forma remota desde la superficie, para inspeccionar el fondo, con posibilidades de trabajar hasta los 1.200 metros.

En tanto, cinco buques oceanográficos peinan el área con sus sondas multihaz para comprobar si el submarino se encuentra apoyado sobre el lecho marino.

La búsqueda del San Juan se inició el miércoles pasado luego de la última comunicación recibida desde el submarino en la que informaba una avería en sus baterías y que emprendía regreso hacia su base en Mar del Plata, luego de haber partido desde Ushuaia.

El presidente Mauricio Macri estuvo hoy en el edificio Libertad, sede de la Armada Argentina, junto con el ministro de Defensa Oscar Aguad, para informarse sobre los avances del operativo en donde se despliegan 49 unidades de la Armada y más de 20 de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Francia, Alemania, Noruega, Italia, Brasil, Chile, Uruguay, Perú y Colombia.

Indicó, además, que se esta realizando «un trabajo silencioso con al corbeta Espora desplegada en el lugar y fotografías satelitales provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales que son analizadas por expertos del Ejército Argentino”.

Balbi descartó esta mañana que el hallazgo de una balsa en el área de búsqueda pertenezca al submarino al tiempo que también se visualizaron bengalas blancas que tampoco pertenecían a la nave. 

Indicó además que la intensidad del viento «está bajando» al igual que la altura de las olas, que son ahora «de 3 o 4 metros», lo que «facilita el patrullaje de los buques» en el Atlántico Sur.

«El esfuerzo se concentra ahora en áreas más chicas» a partir de los ruidos detectados ayer, a pesar de que la fuerza desestimó que provengan del submarino.

«La fase de búsqueda sigue hasta localizarlo», enfatizó Balbi, que es submarinista y, según aseguró, conoce a la mitad de los 44 tripulantes (43 hombres y una mujer) que a bordo del ARA San Juan zarparon de Ushuaia, y tenían previsto llegar a Mar del Plata ayer.

En tanto, los familiares de los tripulantes aguardan en la base naval de Mar del plata novedades de sus seres queridos apoyados y contenidos por psicólogos, psiquiatras y médicos clínicos.

El capitán Víctor Hugo Duga, psicólogo de la Armada, aseguró que el ánimo de los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan está «mal, muy mal», sobre todo luego de que ayer se descartara que un ruido detectado en el fondo del mar perteneciera al sumergible desaparecido hace seis días.

«Ayer se dio la noticia de los ruidos que se habían producido y, a la tarde, se da un parte donde se indica que esos ruidos no provenían del submarino. Esto generó una gran desilusión en los familiares», aseguró el especialista.

El psicólogo agregó que «se nos descompensaron unas 10 personas», e indicó que el grupo de contención está formado por cinco psicólogos y algunos psiquiatras.

«Cada tres horas viene un almirante con un parte y se los lee, les explica la situación y las novedades. Para nosotros es el momento de más peligrosidad, en el sentido de que estamos cuidando a la gente desde el punto de vista de la salud», indicó.

Por su parte, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, celebró una misa en la Catedral metropolitana «acompañando en la esperanza a los familiares de los tripulantes del Submarino ARA San Juan», informaron fuentes eclesiásticas.

Poli encabezó la ceremonia religiosa en solidaridad a los familiares de los 44 tripulantes del submarino, intensamente buscado desde el miércoles pasado, cuando mantuvo su último contacto con la base.

El Episcopado difundió el lunes un comunicado que invita a «unirse en la oración» para acompañar «la angustia» que se vive por la pérdida de contacto con el «San Juan» y pidió que se siga rezando «por los 44 marinos, sus familiares y por quienes están realizando» el trabajo de búsqueda.