La comunidad de Urdampilleta tuvo la oportunidad este sábado de presenciar un evento inédito: por primera vez, los participantes del Taller de Boxeo Forjando Esperanzas que funciona en la Unidad Penitenciaria 17, protagonizaron una exhibición que contó con boxeadores profesionales de La Matanza y Bolívar.

El evento fue abierto a la comunidad y en beneficio a un jardín de la zona. Al lugar se acercaron boxeadores de la Escuela Deportiva del Centro de Prevención Local de las Adicciones de Bolívar y del Gimnasio de Facundo El Sanguinario Simal de San Justo.

“Hubo 9 peleas en total entre internos y boxeadores de afuera. Del encuentro participaron unos 50 detenidos y entre familiares y vecinos hubo unas 200 personas más. A cada boxeador se le dio un diploma y una estatuilla confeccionada por los propios presos del penal”, contó a Tiempo Argentino Juan Manuel Casolati, quien hace más de 10 años creó junto a Mario Sábato, el hijo del escritor, la Fundación Comprometerse Más.

Casolati defiende a Daniel Gauna, quien tiene una condena a perpetua y hoy se entrena a diario para superarse en el boxeo: el sábado protagonizó la pelea de fondo. Además, el abogado representa a Luis El Gordo Valor, quien también está alojado en ese penal tras haber sido detenido la última vez por resistencia a la autoridad.

“Todo se hizo en el predio de la cárcel pero afuera de los muros. El Servicio Penitenciario estuvo a la altura de las circunstancias y puso todo a disposición”, explicó el abogado y destacó que la entrada era una donación de útiles para el Jardín 902 de Urdampilleta, cuya directora estuvo presente también en la exhibición.

“Cumplimos con una tarea solidaria y con nuestro rol social como fundación y como abogados donde también tenemos que aportar esta mirada a través de un proyecto que incluya a los detenidos para generar estos círculos virtuosos y romper con los círculos del delito”, resumió el abogado quien espera que su pupilo, Valor, pueda recuperar la libertad en las próximas semanas y sumarse a su Fundación, enclavada en San Blas, al fondo del Barrio Obligado, en San Miguel a la vera del Río Reconquista donde maneja un centro comunitario.