A las 22 horas con 22 minutos y 22 segundos del martes 22 de febrero de 2022, en ese momento preciso, habremos llegado a un extraño caso del lenguaje humano: un palíndromo. Hace más de un milenio que no se daba algo así, desde el 10 de noviembre del medieval año 1011.

¿Qué es un palíndromo?

Los palíndromos son eso que conocemos habitualmente como «capicúa» y ocurren cuando fechas, palabras e incluso frases completas pueden ser leídas al derecho o al revés. En cuanto al calendario, recién volveremos a presenciar otro de estos eventos el 3 de febrero de 2030.

En el mundo de habla inglesa, promocionan este martes (tuesday) como Twosday, lo cual abrió la puerta a particulares festejos.

En el estado norteamericano de Nevada, más precisamente en la ciudad de Las Vegas, esperaba una gran cantidad de casamientos este martes 22. Por tiempo limitado, las parejas pueden obtener una licencia de matrimonio en el Aeropuerto Internacional Harry Reid. El 11 de noviembre de 2011 (11/11/11), más de 3.500 parejas se casaron allí.

Las parejas en Singapur también estaban ansiosas por casarse este martes. Hasta el 24 de enero, 483 parejas se habían registrado en el Registro de Matrimonios para casarse el 22 de febrero, según el South China Morning Post.

Un campeón argentino del palíndromo

Neuquén. Menem. Amor a Roma. Ana lava lana.

¿Qué tienen en común estas palabras? Todas se leen igual de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás. Es un buen ejercicio mental, pero nadie podrá arrebatarle el trofeo de campeón mundial de la palindromía a Juan Filloy, escritor cordobés fallecido en 2000 a los 105 años. Llegó a escribir 8000, además de un libro de teoría palindrómica llamado Karcino (que hoy edita Cuenco de Plata).

Personaje increíble, Filloy fue muchas cosas además de autor de novelas como Op Oloop o ¡Estafen!: socio fundador de Talleres de Córdoba, árbitro de boxeo profesional, juez en la ciudad de Río Cuarto. Su narrativa, plena de invenciones de palabras y una originalidad sin precedentes, fue admirada por Julio Cortázar.

«Es un entretenimiento lexicográfico que han practicado grandes figuras de la literatura mundial, empezando por Dante -le contaba Filloy a la periodista Mónica Ambort- Para mí fue un trabajo de preso, resultado de haber aprovechado durante sesenta años los intersticios que el tiempo le da a un autor, y recopilado simultáneamente información en universidades y bibliotecas europeas y norteamericanas».

«Yo aconsejo que se practiquen frases palindrómicas, el entretenimiento de los griegos cultos. Palíndromo, en griego, significa que corre de nuevo«, explicaba el autor, aunque acotaba que se había dado cuenta que «en el mundo, no hay otro zonzo como yo que haga estas cosas».