“En Rosario no se puede respirar”, repiten hasta el cansancio vecinos y vecinas de esa ciudad santafesina, que este lunes amaneció una vez más cubierta por el humo de las quemas de pastizales en islas del Delta del Paraná. Mientras organizaciones ambientalistas siguen reclamando por una solución definitiva que resguarde los humedales, el secretario de Protección Civil de Santa Fe apeló a las lluvias: “Si no empiezan las lluvias que enfríe la zona será muy difícil, las necesitamos”, planteó Roberto Rioja.

En diálogo con Cadena 3 Rosario, el funcionario aseguró que “los focos a trabajar han disminuido mucho” el problema es que “el viento lleva al humo a Rosario”. Al mismo tiempo, confirmó que “el fuego nunca se apagó; ahora está entre Pueblo Esther y Arroyo Seco”. Sólo en Pueblo Esther, en las afueras de Rosario, se quemaron más de 300.000 de hectáreas desde 2020.

En tanto, desde el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) advirtieron esta mañana que el humo llegó a la ciudad luego de que se produjeran nuevos incendios en las islas pertenecientes a la provincia de Entre Ríos y en algunos puntos de Santa Fe. Por un viraje del viento hacia el sur, el humo avanzó con velocidad hacia Rosario, que se vio cubierta por una “cortina negra”.

Por la alta presencia de humo en la ciudad, desde Seguridad Vial pidieron extremar las medidas de precaución para conducir. El puente Rosario-Victoria tenía una visibilidad prácticamente nula esta mañana. Por otra parte, varios centros médicos confirmaron que las consultas para tratar afecciones respiratorias se habían multiplicado. Quienes tienen dolencias crónicas o alergias se llevan la peor parte en una Rosario irrespirable.

Quema de humedales: llegar antes del fuego, en lugar de correr para apagarlo

“La única forma de resolver esto es que haya una fuerza de seguridad en el lugar para que el fuego no se encienda”, dijo el director del, Matías De Bueno, en declaraciones al portal Aire Libre. Desde ese espacio vienen insistiendo sobre la necesidad de una presencia territorial que permita evitar los focos, en lugar de correr detrás del humo.

“Nosotros planteamos esto desde el momento en que llegó el Ejército para apoyar a los brigadistas. Si vienen para apagar el fuego, apenas terminen el operativo y se vayan del lugar, esto se vuelve a encender. La solución para esto es tener una fuerza de seguridad de prevención permanente, no una que haga de bombero. Hay que dotar de los faros de conservación y una fuerza de seguridad interjurisdiccional que puede trabajar en el territorio, conformada por fuerzas federales más las locales, tienen que interactuar permanentemente. Acá se atacó el fuego, el operativo fue exitoso y el Ejército se retiró del lugar, y ahora se empieza a encender. Ahora depende todo de las jurisdicciones locales”, cuestionó De Bueno en diálogo con LT8.

“No hay pronóstico de lluvias y es probable que la pasemos mal en esta semana”, lamento. Y agregó: “No hay dudas de que los incendios son intencionales. En ese lugar no hay torres de alta tensión, no hubo tormentas eléctricas en este tiempo y se prendió fuego en diferentes lugares. O se hace para la limpieza del terreno para la ganadería o para emprendimientos inmobiliarios, siempre hablando en el terreno de las hipótesis”.