Los maestros bonaerenses que participaron de medidas de fuerza en reclamo de mejores condiciones laborales se encontraron con descuentos de entre 600 y 7000 pesos en el último recibo de sueldo. Algunos incluso sufrieron quitas de un 90% en el salario por paros realizados en marzo. Esto sucedió a horas del nuevo encuentro entre los sindicatos docentes y la gobernadora María Eugenia Vidal, y en un contexto en que los maestros aún no recibieron aumentos en 2017. El Frente de Unidad Docente expresó que si la gobernadora no determina la devolución «inmediata» de los descuentos mañana, anunciarán un paro y movilización.

No es la primera tanda de descuentos por paro que hace Vidal. Anteriormente generó presentaciones judiciales y un fallo que le ordenó reintegrar lo quitado. Provincia apeló y le dieron la razón. Entonces la gobernadora pidió que no haya más medidas de fuerza y las negociaciones sean «con los chicos en el aula».

El último paro fue el 11 de abril. Sin embargo, los flamantes salarios vinieron con descuentos, en su mayoría por cinco paros de marzo. El titular de la cartera educativa bonaerense de Educación, Alejandro Finocchiaro, anunció el 21 de mayo que iban a descontar a los que hayan adherido: «No podemos pagar por un servicio que no se prestó». Y habló de un tope de 400 a 1000 pesos. La realidad fue mucho mayor y afectó incluso a quienes no adhirieron.

Karina M. tiene más de diez años de antigüedad como maestra rural y profesora en el instituto de formación docente del partido de Azul, ubicado al centro de la provincia. Recibió un descuento de 5187 pesos respecto del mes anterior. «Tengo compañeros que no hicieron el paro y que este mes les descontaron más del 50% del sueldo. Cambiamos, claramente, nunca antes nos habían maltratado de semejante modo», exclamó.

Silvia Almazán, docente de Florencia Varela y secretaria de Educación y Cultura de SUTEBA, remarcó: «para un maestro que recién se inicia llegaron hasta 2000 pesos de descuento, para otro de diez años de antigüedad fueron 3800 sobre un total de 11 mil pesos. Sin haberse tocado el salario respecto del año pasado, y con aumento de inflación y tarifas.» Este mes se agregó otro factor: a miles de docentes se les aplicaron reducciones salariales por el reajuste de la Cuarta Categoría, en concepto anual de impuesto a las ganancias: «En algunos casos cobraron apenas 1700 o 250 pesos. Quitaron hasta un 90% del salario.»

Si se toma como parámetro la existencia de 260 mil docentes –si bien a no todos les llegó–, y un promedio de mil pesos de quita, solo por adherirse a paros, la Provincia habrá dejado de pagar un mínimo de 260 millones de pesos en salarios de maestros.

En la oficina de Suteba de Tandil los reclamos llegan como un tsunami: a una directora de jardín con 12 años de antigüedad le descontaron 5000 sobre un sueldo de $ 15 mil; a una maestra de inicial, $ 1600; a un docente de escuela especial con más de diez años de antigüedad, $ 3462; una maestra de grado, $ 2300; a un preceptor de zona rural, con 13 años de antigüedad, le quitaron $ 3300.

A sus 59 años, con 33 de antigüedad, Silvia Bellitti tuvo que volver a agarrar la bicicleta para ir a dar clases de educación física a escuelas de Vicente López y de Tigre. Este mes le sustrajeron 4 mil pesos del sueldo y las cuentas de tantos viajes en colectivo no le cierran. Curiosamente sólo le descontaron del colegio de Tigre, aunque hizo paro en ambos distritos. La quita le representa el 25% de su sueldo: “Así no puedo llegar a fin de mes. Estoy cuidando a mis padres, y también acaban de quitarles el 100% de subsidios en remedios”. A su compañera del colegio en Tigre le descontaron dos días de paro, cuando estaba por licencia de maternidad.

Marcelo Chillón dicta geografía y comunicación en Bolívar. Se filmó en un video dirigido a Vidal y Finocchiario, publicado en Youtube, donde expresa que cobró 13 mil pesos y se declara «formalmente docente en quiebra». Completa: «Hace 36 días que el gobierno no nos llama para negociar. Nos eligieron como enemigos, nos iban a poner voluntarios, nos dijeron vagos, que tomábamos de rehenes a los pibes. Donde hay un docente hay una esperanza. Pero no me quedan fuerzas para ir mañana a dar clases.»

Fuentes del gobierno llegaron a decirles a los gremios que lo de este mes fueron descuentos por hasta nueve días de paro. Como fueron alrededor de 20 días, amenazaron en charlas privadas con que continuarán con esta sanción los próximos meses.

A esto se suma la iniciativa de Vidal para «cumplir los días de paro» durante el receso de vacaciones de invierno. En Suteba empezaron a girarles a los maestros el modelo de descargo individual para fundamentar el rechazo a la resolución provincial. Hacen foco en la función sanitaria y pedagógica del receso, afirman que el gobierno busca castigar «por ejercer un legítimo derecho constitucional» y que la pérdida de días de clases fue «por exclusiva responsabilidad de la parte empleadora». Y, sobre todo, que esa decisión es «fuente de más conflictos en las escuelas y no un beneficio para el aprendizaje». «

El ajuste continúa

Mientras desde el gobierno bonaerense piden a los docentes no tomar medidas de fuerza, los ajustes en educación continúan. A mitad de mayo, los trabajadores del Instituto Nacional de Formación Docente de la Provincia denunciaron no haber cobrado en todo 2017. También hubo un reclamo por el «vaciamiento» de escuelas de educación especial, en las que no se nombran nuevos cargos y no completan equipos interdisciplinarios. De fondo, como sucede en Ciudad desde que llegó el Pro al gobierno, la clave es la caída de Educación sobre el total del presupuesto. Según cifras de Hacienda bonaerense, la participación de Educación y Cultura pasó de ocupar el 32,3% del presupuesto de la Provincia en 2015, a 30,8% en 2016.