Cinco crímenes en un lapso de diez horas sacudieron a Rosario. Entre ellos, el de Carlos Héctor Argüelles, ex miembro de la banda del presunto jefe narco Esteban Lindor Alvarado. “Lo venimos reclamando. Rosario está en los titulares nacionales cuando ocurren estas cosas. Entonces, que actúen las fuerzas federales. No son fuerzas de la Ciudad de Buenos Aires, son fuerzas de todo el país, y hoy las necesitamos acá. Estos hechos se dan en el marco de una investigación de la justicia provincial y federal. Cuiden más a Rosario. No nos dejen solos cuando más lo necesitamos”, pidió el intendente, Pablo Javkin.

En un primer momento trascendió que Argüelles era testigo protegido. Pero lo cierto es que no se había acogido a ese régimen, sino al de imputado colaborador. Sí había aceptado un custodio y un móvil en la puerta de su casa, para resguardo de su familia. Pero fue asesinado a balazos en los alrededores de su taller mecánico. Era el tercer intento, tras episodios en octubre y enero últimos.

Argüelles, de 46 años, fue abordado por dos hombres y una mujer cuando salía del taller junto a su hijo, en la zona Oeste de la ciudad. Le dispararon tres veces: dos balas impactaron en la cabeza y una en el tórax. Llegó en grave estado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez y murió a las 18.50 de este lunes. Los sospechosos fueron demorados tras una persecución policial, cuando iban a bordo de un Volkswagen Fox rojo donde llevaban además una bomba molotov.

La misma ciudad registró en las últimas horas los crímenes a balazos de dos hombres en la vía pública, el fallecimiento de otro hermano del ex jugador de Newell’s Miguel Torrén, internado desde hacía 12 días tras haber sido baleado en barrio Triángulo, y el asesinato de un joven que iba en moto y fue baleado en Villa Gobernador Gálvez.

“La mayoría de los hechos de violencia que vivimos en las últimas horas tienen como factor común una organización desde la cárcel. La inteligencia criminal dentro de los penales, en las causas que toman los fiscales, es fundamental”, escribió en su cuenta de Twitter el intendente Javkin. Y agregó: “En Rosario tenemos 120 custodias asignadas a imputados o testigos de causas importantes. Ayer asesinaron a un imputado que tenía custodia en su casa pero no en su lugar de trabajo. Le quitamos un patrullero a los vecinos para cuidar un testigo y encima se hace mal”, cuestionó.

“Es la tercera vez que me amenazan o bien me entero que van a matarme. Cuando tomé la decisión de declarar, en el futuro juicio a Alvarado, sabía a lo que me arriesgaba; pero creo que es un acto justo declarar y que Dios me protege. Estuve muchos años con Alvarado y no hay detrás de mí ninguna historia oscura, soy un hombre que cometió errores y estoy dispuesto a afrontarlos y a disposición total de la Justicia. Temo por mi vida, pero esta vez atentaron contra mi familia, eso ha creado un malestar en mucha gente. Sé que desde el Ministerio Público van a tomar otras medidas para cuidarme. Lo importante es que pueda estar tranquilo y con mi familia en paz. No hay muchos hombres que tomen mi decisión y lo hago porque en un momento me dije que la pesada mochila de haber sido testigo de algunas cosas la quiero dejar acá, en la tierra, y en los lugares donde se debe dejar”, había dicho Argüelles a la prensa local, tras uno de los intentos de asesinato que sufrió cuando comenzó a hablar.