Los viajeros de alma buscan cada verano lugares para recorrer en moto, motor home o en auto y el territorio argentino ofrece rincones imperdibles. En Santa Cruz, desde el mar hacia la cordillera cruzando la estepa, cada cual tiene su atractivo pero hay una travesía ideal para quienes buscan lugares únicos o se inician en esta experiencia donde uno se siente dueño del horizonte, conocida como la Ruta Escénica.

La clave para pensar en los paisajes santacruceños es definirlos como Patagonia infinita. En el noroeste de esta provincia, entre la mítica Ruta Nacional 40 y la Cordillera de Los Andes está la Ruta provincial 41, que hoy es vanguardia en el concepto rutero por su naturaleza pura que la impulsa como “Ruta Escénica”. El tramo que une Los Antiguos con Lago Posadas -entre bosques nativos, lagos, montañas y meseta- es especial porque une en su recorrido paisajes únicos.

Ruta Escénica

Los encantos de la ruta escénica

En una mirada rápida, los ejes para elegirla están en sus atractivos: el segundo cuerpo de agua dulce más grande del continente es el Lago Buenos Aires y se lo encuentra en la localidad de Los Antiguos. También el Lago Posadas, donde está el pueblo del mismo nombre, pasando por uno de los picos más altos de la región, el Monte Zeballos (más de 2740 msnm) y atravesar el “ecotono” que abarca la Ruta 41 en la transición entre la estepa y el bosque.

Para los expertos, un recorrido por esta ruta revela en su paisaje la evolución del planeta Tierra. Los millones de años se observan a simple vista en el campo de lava y areniscas que dibujan un paisaje especial mientras que los bosques de lengas y ñires acompañan en el primer tramo del recorrido hasta desaparecer y ofrecer un paisaje inhóspito que convierte a la travesía en un viaje a través del tiempo. Están los antiguos cauces que hoy son cañadones por donde el agua surcó el paisaje quince millones de años atrás, paisajes de triásico y del cretácico integran la composición de esta ruta escénica. 

Ruta Escénica

Si estás por salir a la ruta, el inicio de esta travesía de culto es en la localidad de Los Antiguos, Capital Nacional de la Cereza, que en enero tuvo su fiesta pero que al fin de verano, permite alojarse en el sinfín de chacras productivas o recorrerlas para degustar desde dulces hasta licores, cervezas artesanales y delicatessen de la región. 

Junto al Lago Buenos Aires, sobre el paseo y reserva municipal de la costanera, es el lugar elegido para quienes practican pesca deportiva pero hay actividades para todos los gustos y hasta se disputan campeonatos de kitesurf.

Hay un portal que te muestra el inicio de este recorrido de 155 kilómetros, que tenés que medirlos en tiempos patagónicos porque es un camino de ripio y se recomienda verificar el vehículo en una estación de servicios antes de emprender el viaje. También es prioritario averiguar el clima que te va a acompañar en el viaje y si es posible, hacerlo en compañía. 

Ruta Escénica

Podés pispear en esta web una solapita que dice Santa Cruz Sonora ofrece bajarte una aplicación a tu celular con la audioguía de esta ruta escénica. Desde su kilómetro 0 hasta el 155, se calculan dos horas a una marcha de 40/60 kilómetros por hora para escuchar los siete puntos de interés que describen los relatos en las audio guías, con intervenciones musicales de artistas santacruceños, biólogos y guías de turismo que te relatan datos de interés en tu recorrido y que enriquecen los paisajes que aparecen durante todo el trayecto. 

Las siete pistas sonoras están indicadas con las letras de la “A” a la “G” y uno puede escuchar desde la importancia del mirador del Río Jeinimeni  a La Colorada; la formación de La Barda  de Las Toscas Bayas a Los Cerritos; desde “Ciudad de Piedra” hasta el puente del río Zeballos; El Mirador 360 grados del Monte Zeballos hasta el Puente del Arroyo Lincoln.

También hay relatos que identifican al Cerro Boleadoras hasta El Portezuelo, el tramo a mayor altura y que marca un anclaje en el paisaje hasta llegar al Paso Roballos, con vista al Lago Columna para acceder al paso con la Ruta Provincial 39, que es el acceso a Lago Posadas, la localidad y el lago del mismo nombre.

El avistaje de avifauna es especial dado que la naturaleza virgen de esta región determina las especies que migran o anidan, muy cerquita. Al inicio del recorrido, ahí nomás de Los Antiguos, hay un portal de acceso al Parque Nacional Patagonia, con su emblema el Macá Tobiano (que anida en las lagunas de altura y está en peligro de extinción), pero en el área protegida hay senderos para recorrer, dormis y sitios de acampe.

Al final del recorrido, el Lago Posadas y su pueblo ofrecen hospedajes premium y cabañas junto al espejo de agua, donde se revela esa Patagonia profunda en la que recalaron inmigrantes europeos hace más de un siglo. El origen del lugar fue una estancia de hace dos siglos y en el pueblo viven unos 400 habitantes que ofrecen servicios turísticos con hosterías que sorprenden al visitante.

Ganas de rutear, abrigo en capas, vehículo alquilado o tuyo, agua, refrigerio y buena compañía son claves para una travesía que también podés contratar desde Los Antiguos. Salimos a descubrir los secretos de un territorio infinito.