Se levantó la toma en el Consejo Nacional de la Mujer, después de un día de toma del edificio y de que Karina Abregú recibiera el dinero prometido para poder retirar sus medicamentos el próximo lunes. Según un comunicado del Consejo, se le otorgó a la mujer un subsidio único y tres tarjetas de alimentos entregados por Dadse. Además el organismo acordó la entrega periódica de pañales y leche para su hijo menor y aseguró la disponibilidad de los medicamentos que ella necesita para su tratamiento. 

El miércoles había sido tomado el noveno piso del edificio de Avenida Entre Ríos 181, donde funciona el Consejo Nacional de las Mujeres. Hasta allí, se acercó Karina Abregú, que tiene gran parte del cuerpo quemado por su ex pareja, acompañada por la organización feminista Defensorías de Género quienes denunciaron que el organismo dirigido por Fabiana Túñez no cumplió con una serie de medidas que se había comprometido la semana pasada.

En el comunicado, el Consejo respondió la denuncia con ratificando su compromiso como «organismo rector de las políticas públicas por la igualdad de género, nos pronunciamos en contra de toda forma de violencia y reiteramos nuestra vocación al diálogo permanente». Según su presidenta Fabiana Tuñez, este Consejo Nacional de las Mujeres “es un espacio de puertas abiertas al dialogo, al trabajo articulado y a la construcción colectiva”.

Karina y las mujeres permanecieron en el lugar hasta la mañana del jueves. “Cerca de las 10, intentamos tomar de manera pacífica el lugar y fuimos reprimidas por la policía. Yo soy una víctima que sobrevivió a la violencia así que no somos violentas”, explicó la mujer en una improvisada conferencia de prensa ante Crónica TV.

El 1° de enero de 2014, Karina fue rociada con alcohol y prendida fuego por su marido. Desde ese momento, la mujer no volvió a trabajar, sobrevive como puede y debe hacer una rehabilitación de por vida. “Ya llevo tres años y tres meses con toda esta desidia y no pude recuperarme porque no cuento con medicación ni atención médica por falta de recursos económicos. No tengo certificado de discapacidad, ni nada. Lo único que recibo hoy es la ayuda de las compañeras. Nada del Estado”, se quejó.

Para graficar la situación por la que atraviesa Karina, Carla, representante de Defensorías de Género, detalló que a la mujer le cortaron la luz y por ende tampoco tiene agua en la casa en la que vive en Merlo. Por eso, cuando desde el Consejo le pidieron a Karina que vuelva al otro día, las mujeres se negaron de plano.

La semana pasada,  el Consejo le había dado tres tickets de 500 pesos a la mujer para que su familia pudiera comprar mercadería en supermercados, pero según indicaron las denunciantes, cuando el sobrino de Karina intentó pasarlos en un negocio fue demorado por el personal de seguridad porque los consideró apócrifos.

Desde la organización Defensorías de Género habían expresado: “Estamos acompañando a Karina desde hace más de dos años. Esto nos cansa mucho. Queremos llevarnos una respuesta hoy porque hace por lo menos un año que estamos tratando de resolver esto pero no pasa”.

“Karina necesita su medicación desde hace tiempo. Ella se rasca mucho y le salen unos cascarones grandes que cuando se vuelve a rascar, sangra. Su cuerpo está sangrando en este momento”, continuó Carla. Y  concluyó: “Si necesita una receta, necesitamos que se lo gestionen porque ella no tiene dinero para ir al hospital. Porque hoy para estar acá, le tuvimos que dar nosotras que somos un colectivo autogestionado”.

“La situación de Karina es muy delicada y así lo entendemos. Es muy difícil por todo lo que ha pasado”, aclaró Lommi, al tiempo que aseguró: “Sí tenemos una respuesta. Le decimos que mañana a las 10 de la mañana se puede presentar en la DADSE (la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales) a retirar el subsidio”.