“Estamos con mucho temor por lo que ocurre dentro de la escuela. Lo que salió en el diario no fue un hecho aislado, somos muchas las familias que sufrimos la violencia de la directora Mónica Casalini”, señaló Alicia Yegros a Tiempo, mamá de Gabriel, que asiste a sexto grado de la Escuela Primaria Común Nº 25 Bandera Argentina del barrio de Retiro. Ella, como otras familias y trabajadoras de la educación de esa comunidad educativa, sumaron sus denuncias luego de la nota publicada por este medio el viernes pasado, donde se conoció la historia de Armando, el chico de 10 años que estuvo desaparecido varias horas luego de haber escapado de la escuela, tras ser amenazado por la directora con ser internado, mientras lo zamarreaba fuertemente del brazo. A raíz de este hecho, la familia denunció a la directora en el Ministerio Público Fiscal por “maltrato infantil”.

Mónica Casalini tomó el cargo de directora como suplente y con el tiempo quedó definitivamente en ese lugar. Maestras y maestros del Polo Mugica, aseguran que entró por la puerta de atrás y que fue puesta a dedo por Soledad Acuña para desorganizar a toda la comunidad educativa de la Villa 31, y que todo lo que dice y hace está lleno de violencia. “A mi hijo y a otros tanto los tiene de punto, les grita, los zamarrea y les golpea la mesa cuando entra al aula, la maestra se queda mirando y no dice nada por temor”, agrega Alicia. “Hace poco mi hijo estaba haciendo un trabajo en grupo con los compañeritos y vino la directora y gritando les dijo que eran mucho que uno tiene que salir. Lo agarró fuerte de la mano a mi hijo y lo sacó con fuerza y le quedo doliendo el brazo. Es muy maltratadora”, termina.

Tanto auxiliares, docentes como familias de La Banderita aseguran que Casalini infunde el terror en la escuela y que no hay ningún tipo de diálogo porque siempre grita, destrata, e insulta. Las y los docentes que hablaron con Tiempo y pidieron resguardar su identidad por temor a represalias, denuncian que la directora «golpea chicos y que las familias se ven imposibilitadas de hacer algo por carecer de recursos”, Afirman, además, que hay un constante hostigamiento: «Nos labran actas y nos amenaza con sumarios todo los días, no podemos seguir más trabajando de esta manera. Queremos ser escuchadas y que la justicia haga algo con esta mujer”, agregan.

David Lugones es Delegado de la manzana 5 del sector Martín Güemes, dentro del barrio Padre Mugica de la Villa 31.  Su esposa da clases de apoyo escolar a niños y niñas del barrio dentro de un programa educativo local de contención a las y los estudiantes. “Hace unos días, la directora de La Banderita internó a dos hermanitos que estaban bajo la custodia de su abuela en un instituto de menores. No sabemos cómo consiguió hacer eso pero al parecer llamó al consejo de los derechos de los niños, niñas y adolescente e inventó toda una historia”, cuenta David a este medio. “Nos dimos cuenta con mi mujer que algo raro pasaba porque de un día para el otro Zoe (la nena de 7 años) dejó de venir a la ayuda escolar. La llamamos a la abuela y ella nos contó que la directora judicializó a los chicos porque se habían portado mal en la escuela. Ella los fue a buscar a la escuela y estaban aislado en un aula listos para ser llevados a internar”, agrega Lugones.

El referente vecinal, asegura que los chicos estuvieron internados alrededor de dos semanas y, luego de que varios vecinos y delegados barriales y docentes, realizaron varios trámites en el CAJ (Centro de Acceso a la Justicia) del barrio, lograron desmentir los argumentos de la directora Casalini y finalmente la justicia intercedió y reincorporó a los chicos con la abuela. “No entendemos por qué esta mujer actúa de esta manera y es tan violenta, porque los chicos están bien atendidos por la abuela, no existía ninguna razón para que los internara. Definitivamente Casalini no está en condiciones de dirigir una escuela donde hay niños y docentes. Todavía nos cuesta comprender cómo puede ser que siga en ese cargo”, cuestiona Lugones.

Otra familia que pidió no ser identificada en la nota, presentó una denuncia en la comisaría 46 ubicada en Av. De los Inmigrantes 2550 de Retiro. “Este año nos prohibió el ingreso a un acto de la escuela”, cuenta la mamá. “yo le pregunté cuál era el motivo y me dijo que mi hijo faltaba mucho a clases. La señora asegura que su hija le tiene mucho miedo a Casalini. “Casi todos los días los chicos se pelean en la escuela, se putean delante de la directora, y ella no dice nada, parece que lo disfrutara”, agrega la mujer.

Las y los docentes de La Banderita afirman que son hostigados sistemáticamente por Mónica Casalini y que ella demuestra su autoridad propagando el terror con violencia verbal y psicológica. “Durante el año pasado  bajo la situación extraordinaria que planteó la pandemia, recibimos denuncias de maltrato con contenidos discriminatorios  por parte de la directora, gritos, exigencia bajo gritos y prepotencia del pago de la cooperadora,  entre otras”, cuenta a Tiempo lalegisladora porteña del Frente de Izquierda, Amanda Martin. La diputada afirma que las  madres denunciaban que ese maltrato se debía a la condición social de las familias que asisten a la escuela, “por este tema me puse en contacto personalmente con la escuela como legisladora y vocal de la comisión de educación. En ese momento logramos hablar con personal de conducción para manifestarle que nos habían llegado estas inquietudes de madres de la escuela. Pero la directora, luego de tres llamados nunca nos atendió ni nos fue propuesta una cita pese a nuestro pedido”, remata.

Vecinos, estudiantes y docentes piden la destitución de la directora

Cansados del maltrato infantil y de la violencia verbal y psicológica contra docentes y trabajadores de la escuela, la comunidad educativa del barrio Mugica realizará este miércoles una jornada de protesta con corte de calle en Letonia y Antártida Argentina: “Ante la denuncias de maltrato por la directora de la escuela conocida como «La Banderita de Retiro» contra lxs estudiantxs, docentxs  y familias, los cuales se agravaron provocando que un niñx para evitar dichas agresiones se fuera de la escuela con todos los riesgos que esto implica, al igual que las renuncias docentxs sistemáticas ante el agobio que produce el acoso laboral”, comienza el comunicado y concluye: “La comunidad exige como medida inmediata la separación del cargo”.